La calabaza lámpara

Como no podía ser de otra manera, también tuvimos calabaza lámpara este año. Para mí es lo más divertido de esta fiesta exportada. Fui a comprarla con los niños el día anterior y escogimos la más grande y armónica para que nos saliera lo más bonita posible.

El sábado por la mañana Daniel se armó de rotuladoras y la decoró a su manera. Luego Raúl hizo el agujero superior para que pudiéramos vaciarla. Nos lanzamos a ello con entusiasmo toda la familia, aunque, al final, la única que hizo el trabajo un poco efectivo fui yo. Cuando los peques se cansaron de enredar con la cuchara me tocó a mí lo duro. Escarbé un buen rato sacando pulpa mientras Daniel jugaba con mis extracciones e Iván con su padre. Cuando la calabaza estuvo vacía me fui yo a jugar con Iván a la salita de los juguetes mientras papá le hacía los agujeros de la cara a nuestra lampara de Halloween bajo la supervisión de su retoño mayor. Al poco nos llamaron para enseñarnos el resultado final. La cara que habían hecho era graciosísima. Metimos una de las velas con bombilla led dentro y nos encerramos en el baño para ver el efecto totalmente a oscuras. Quedó realmente bien.

Y... ¿Qué hicimos con la pulpa? ¡Pues bizcocho y magdalenas de Halloween!