Páginas

viernes, 7 de diciembre de 2012

La gran perreta

El otro día Daniel se cogió una perreta increíble. Hacía mucho que no lo veía así. Todo empezó porque nos pidió macarrones con tomate para comer con su voz más dulce. Pero papá y mamá tenían otros planes. Siempre cocinamos, pero ese día, justo ese día, habíamos visto una oferta de paella para tres personas por doce euros en la puerta de un restaurante y, atacados por una pereza extraordinaria a meternos en la cocina, encargamos una. Así que había paella.

No hubo manera de hacérselo entender. Se tiró por lo suelos, llorando a gritos, clamando por sus macarrones, ante la mirada atónita de los dos progenitores. Como ni nos escuchaba decidimos dejar que diera rienda suelta a su furia sin intervenir. Sólo vigilábamos para que no se hiciera daño.

Papá le invitó a ir con él para recoger el pedido, pero se negó berreando. Cuando el padre se hubo ido decidió que sí quería ir y enlazó una perreta con otra.

Cuando Raúl llegó con la comida y dispusimos la mesa se le metió en la cabeza que no iba a probar el arroz, así se acabara el mundo. Le dijimos que hiciera lo que quisiera, pero que se tenía que sentar  la mesa aunque no comiera. Accedió a regañadientes.

Mientras nos servíamos comentábamos lo rico que estaba el pollo gigante o el arroz que papá había recogido en las montañas heladas donde vivían los osos polares. De vez en cuando le preguntábamos al peque si quería probarlo y él contestaba que no. Al final no se pudo resistir a la magia de los cuentos y acabó pidiendo su ración de paella.

"¡Que rico el pollo gigante! Mami, ¿me cuentas lo de los osos?" decía mientras masticaba con ganas su ración.

Menos mal que conseguimos convencerlo para que comiera. Incluso repitió. Y luego a dormir su siestita. Creo que era lo que estaba necesitando. Seguro que se puso así de rabioso porque estaba muy cansado.

Y, menos mal también, que Iván también estaba muy cansado y los gritos de su hermano no lograron despertarlo.

6 comentarios:

  1. Yo creo que lo hicisteis genial. Es evidente que los niños como niños que son van a tener rabietas pero pienso que controlasteis muy bien la situación, sin devolverle la perreta con otra vuestra, con tranquilidad le dijisteis lo que queriais y lo conseguisteis! Yo creo que estubisteis perfectos!
    Habeis tragado mucha supernanny no??! Jejejeje!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hemos visto nunca ese programa, pero hemos oir hablar muchísimo de él. Tengo una amiga que tiene el libro y la pone por las nubes jeje. Habrá que empaparse un poco de sus métodos.

      Eliminar
  2. La verdad es que cuando están cansados es cuando peor nos lo hacen pasar.
    Un beso y enhorabuena por la ocurrencia,
    Mlu

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay cosa que le guste más a este peque que un cuento. normalmente tienes la mitad de la batalla ganada.

      Eliminar
  3. Cuánta psicología!!
    Mira que a mi me parece complicado esto, jejej.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Complicadísimo. En el post a lo mejor no los parece , pero nos tiramos un buen rato oyendo llorar y gritar al peque y poniendonos de los nervios. Yo todavía no le pillo el tranquillo a este hijo mío.

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.