Páginas

jueves, 14 de marzo de 2013

Daniel quiere escribir e Iván leer

Mi chiquillo mayor me vino un día con una libreta para escribir recetas que me regalaron hace años y que sigue igual de vacía que el primer día. Lo cierto es que los platos que preparo son los que ya me sé de memoria, los que saco de un libro que me regaló mi madre cuando era estudiante universitaria con platos sencillos de toda la vida y alguno más especial, o de internet. Con lo que no escribo recetas. Ni siquiera se me ocurre pedirle las receta de los platos que me gustan a los demás porque confío plenamente en que el día que necesito lucirme internet salva la situación estupendamente.

El caso es que el peque me pedía que le quitara el plástico (Ni lo había abierto aún) coger el boli en forma de cuchara que estaba atado en su portada y para pintar las hojas. Le explique que era un cuaderno para escribir, no para dibujar. Y que por eso las páginas tenían rayitas. Entusiasmado me trasladó su deseo de ponerse a escribir. Me pidió que le escribiera lo que ponía en la portada de la libreta para en ina página interior para copiarlo el. El título rezaba "Recetas culinarias". se lo copié, pero al segundo me arrepentí. Era muy difícil para él. Así que le escribí su nombre.

Se puso a la tarea, pero al segundo se acercó a mí desanimado. No le salía. GUié su mano (que hacía una perfecta pinza dactilar) por el papel para hacer la D, pero cuando hivimos la A se enfadó porque "¡¡Esa la sé hacer yo solito!! Jo mamiiiii".

Le animé a que hiciera todas las Aes que quisiera en el papel. Dibujó una A, dos L y luego se dedicó a hacer muchas M seguidas porque le resultaba muy fácil.

Cómo se hacía tarde para vestirle para ir al cole tuvimos que suspender la actividad ahí, aunque con gran pena, porque le veía muy aplicado y no suele ser así. Hay que aprovechar los momentos de inspiración al máximo.

Por otro lado, el más pequeño de la familia le ha cogido mucha afición a los libros. Señala la estantería y emite sonidos guturales exigiendo que le hagas entrega de su objeto de deseo. A veces se sienta en tu regazo deseando que empieces a pasar hojas y contarle historias o emitir los sonidos que vayan acordes con la imagen que señalas o señala; y, otras veces, prefiere disfrutar en solitario. Pasa las páginas, señala imágenes, abre y cierra pestañitas.... Se puede pasar un buen  rato totalmente concentrado con uno o varios libros infantiles. ¡Le encantan!


6 comentarios:

  1. Jo, que mayores. Ahora es cuando empieza a dar penita que crezcan, verdad?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Síiiii, pero cómo te sorprenden con cosas nuevas siempre te parece que están en una edad preciosa. Babas, babas...

      Eliminar
  2. Es alucinante cómo van a aprendiendo... Por cierto, me ha hecho gracia que Iván tiene el libro al revés en las dos fotos. Jajaja. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Que mayor esta daniel yaaa!! Escribiendo su nombre y todo!! Parecen tan pequeños a simple vista que no imaginas verlos escribir tan sumamente bien. Realmente se le ve concentrado! Una alegria! Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es tan bonito ver cómo van creciendo... Babas babas babas

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.