Mis niños y las "cosas de mujeres"

Como no se oía a los niños ni crujir ni mugir aproveché para hacer algunas labores del hogar que tenía abandonadas. En plena tarea con la lavadora oigo a mi marido decirle a mi hijo mayor "Pero Daniel ¿Qué haces con eso? Déjalo donde lo encontraste". "¿Que es esto, papi?" inquirió el peque curioso. "Cosas de mujeres" fue la imprecisa respuesta del padre. Picada por la curiosidad dejé lo que tenía entre manos y me acerqué al salón. Daniel estaba jugando con mis tampones. "Mami, mamiiiii. Mira lo que tengo. ¿Que es esto, mami?" me soltó en cuanto me vio cruzar la puerta. "Eeehh... ¡Cosas de mujeres!" exclamé un poco abochornada. ¡¡Cómo le explico para que se usan los tampones!!. "Me gustan" aseguró y me costó mucho convencerle para que me los entregara. Los coloqué en su cajita y los guardé en su sitio. Un cajón del mueble del lavabo. "Tengo que cambiarlos a un sitio menos accesible" me dije a mi misma.

Al día siguiente, estaba preparando el desayuno del mayor cuando viene el susodicho a chivarse de su hermano. "Mami. ¡mamiiiii! Iván está jugando con las cosas de mujeres" ¡Pero que obsesión! Pues sí. Ahí estaba el enano lanzando mis tampones al aire al grito de "¡Ala! ¡alaaaaa!" tan contento y feliz.

Definitivamente, tengo que cambiar mis utensilios de higiene a un lugar menos accesible.