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miércoles, 1 de mayo de 2013

Camole

Es curioso con las cosas que te sorprende el mayor de la casa. Un día viene con que dentro de su cuerpo hay un esqueleto que se llama Magnífico, otras que necesita dormir con un adulto para que no le visite la cucaracha gigante que duerme en su cama, de repente afirma que mayor va a ser caballero bueno (glóbulo blanco) y va a salvar al cuerpo de los bichos malos, o te pide melocotón a gritos porque ya se ha hecho mayor y ahora sí que le gusta. La última es Camole. ¿Que quien o qué es Camole? No lo sabemos. Tampoco sabemos si es un caso de amigo invisible o de doble personalidad. Depende de cada situación.

La primera vez que oí hablar de éste personaje fue en la habitación de juegos.

"Daniel, no tires así los juguetes que los vas a romper" le reñí.

"No soy Daniel" me soltó de repente, "Soy Camole"

"¿Y quien es Camole?" Inquirí

"Pues yo" señaló molesto porque para él era una obviedad.

"Vale Camole. ¡Pues no trates así los juguetes!" le advertí.

"Es que soy malo" aseguró muy serio.

"Pues Camole va a acabar castigado" sentencié muy digna mientras salía de la habitación con Iván en brazos para cambiarle el pañal.

Me quedé tranquila porque no oí más ruidos extraños.

Cuando regresé con el bebé ya limpito me encontré con un desastre total de habitación. Un puro desorden.

"¡¡¡Daniel!!!" rugí.

"No he sido yo" me contestó muy tranquilo mi primogénito "Ha sido Camole" acusó sin temblarle un músculo de la cara.

"¡Pues estás castigado, Camole!" me enfadé.

"Yo no soy Camole" me contestó el peque haciéndose el sorprendido. "Soy Daniel". Y se fue tan pancho. Aunque no creais que se fue de rositas, porque su mamá lo hizo regresar y recoger todo lo que había tirado Camole por no haber impedido el desastre.

Pensé que era un invento del momento y que jamás volveríamos a oir hablar de tan singular (y malvado) personaje. Pero, hace unos días, le oí hablar con su padre mientras dibujaba. "Y éste es Camole. Camole es rápido, Camole es fuerte, Camole es duro y está lleno de pinchos" ¡Jo con Camole! Que miedo da. Me acerqué a ver el dibujo con curiosidad. El niño movía muy rapidamente el rotulador de un lado al otro del papel. ¡Claro! Como Camole es rápido no había manera de que se estuviera quieto para que él le dibujara. Así que nos quedamos con las ganas de ver una retrato suyo. Aunque con la descripción del peque no sé si quiero verlo.


10 comentarios:

  1. Joe pues para habersele ocurrido a él solito... Porque menuda imaginación...

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  2. se las inventan todas! jaja

    cuanto recursos tienen madre mía"!!

    besotes

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    1. Es que se hace mayor sin darme cuenta y me sorprende con estas cosas jajaja

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  3. ¡Hola, preciosa!
    Te leo desde hace tiempo, pero es la primera vez que me animo a escribirte porque te he nominado a un premio. Puedes leer toda la info en mi blog: http://diariodeunamadreenpracticas.blogspot.com.es/2013/05/que-ilusion.html

    Un beso

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    1. ¡¡Muchas gracias!! Siento haber tardado tanto en responder y en pasar a conocerte. Estaba de vacaciones y sin internet. Me encanta tu blog. Te sigo.

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  4. Jajaja. Lo de los amigos imaginarios es algo alucinante. Yo tenía como una especie de institutriz imaginaria, así de loca estaba ya desde pequeña. Tal vez un día de estos lo cuente. Un besote!!!

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    1. Me parece que se perfila un nuevo "Ustedes dirán" jejeje. Estoy deseando leer ese capítulo de tu vida.

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  5. Que sustooooo!!!! Pero es genial la imaginación que tienen, a saberse de dónde sacarán esas cosas :D ¡Un besote!

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    1. Eso digo yo, porque estos tampoco ven tanta tele, pero a saber... Da miedito jejeje

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