Unos monstruos de fieltro monstruosos

Siguiendo el patrón de los monstruitos de fieltro de La nave de V que ya usé para escribir un post en el blog de Microconsejos, les preparé a los niños varios modelos de cuerpos monstruosos, extrañas bocas, narices informes, cejas peludas, cuernos multicolores... y los puse delante de una barra de pegamento para que dejaran volar la imaginación. Creo que ha sido la actividad que más les ha entretenido y fascinado. Ambos pegaban partes de la cara con ahínco e ilusión. Yo les ayudaba en una u otra ocasión, sobre todo, cuando veía que tenían algún problema para pegar el elemento de turno o que Iván se despistaba y se llevaba el pegamento a la boca en vez de al fieltro.

Cuando terminaron, el mayor se empeñó en que rellenara los muñecos de guata y los cosiera en ese mismo instante. No fue fácil con su impaciente mirada midiendo mis evoluciones. Menos mal que mi madre todavía estaba con nosotros y me ayudó en la ardua tarea. En cuanto tuvimos dos terminado, Daniel comenzó las luchas entre muñecos. Se lo pasó en grande. A Iván, por su parte, le atraían los vivos colores, pero no los usaba para jugar.

Esa misma noche, Daniel eligió a uno de los monstruos para dormir con él. A partir de entonces, cada noche elige a uno u otro y cada mañana se levanta con un ojo o nariz despegada para que mami se lo arregle Tampoco hay día que se olvide de recordarme que tengo que hacer más narices, bocas, cuernos y cejas. Y que compre más ojitos pequeños que se nos han acabado, porque quiere hacer muchos más monstruos que añadir a la colección. Le he explicado que la actividad necesita preparación y que tardaremos un poco, pero que volveremos a repetirla lo más pronto posible. ¡Vaya éxito!