Repetimos los experimentos en casa

Entre que Daniel no paraba de pedirme que repitiéramos los experimentos en casa y que yo estaba más que predispuesta para que Iván también disfrutara de ellos volví a hacerme con los materiales y lo preparé todo para el viernes por la tarde.

Empezamos por el de los claveles. Cómo éramos pocos pudieron hacer mezclas de colores a su gusto y obtener naranja y morado. Una pena que el amarillo se acabar antes de conseguir el verde. Metieron los claveles blancos, cada uno en los tres vasos que le correspondían y los colocamos en un lugar soleado.

Entonces empezamos con los experimentos sobre electricidad estática. Se rieron mucho con el efecto "pelos de punta", les encantó ver como los confetis se pegaban al globo (aunque para gusto de Iván se pegaban poco) y fliparon con la atracción del hilillo de agua que salía del grifo hacia el globo cargado. Ésta última actividad no la hicimos en el cole por falta de medios.

También intentamos encender una bombilla de bajo consumo con el globo, pero fue un fracaso total. Puede que fuera porque era led. Ni idea. El caso es que nos quedamos con las ganas. Así que saqué las pegatinas para hacer caritas que vienen en uno de sus libros de actividades y se pusieron a pegarlas en los globos tan contentos.

Al final dejé la actividad de los espaguetis y las nubes para otro día por miedo a que no me cenaran. Que yo sabía que estos dos pillastres no se iban a conformar sólo con construir la torre y los materiales iban a desaparecer con gran rapidez.

Al día siguiente, sólo el clavel dónde habíamos puesto más amarillo había dado un cambio espectacular. Los otros van mucho más lento. Raúl dice que es porque los tallos son muy largos y el colorante se acaba quedando en las hojas. El lunes se notaba algo más el cambio de color. Los niños corren a ver los pétalos muy ilusionados cada mañana.