La Navidad de los Cinco

¿Que mejor lectura en esta época del año que La Navidad de los Cinco? Boolino me ha recordado uno de mis grandes momentos de la infancia, cuando acompañaba a Los Cinco en sus aventuras detectivescas a través de las páginas impresas: Julian, Dick, Jorge, Ana y Tim en busca del culpable. Son recuerdos que no tienen precio.

Estoy deseando que mis hijos tengan edad suficiente para que se sumerjan en estas emocionantes historias como hice yo. Mientras, pueden disfrutar de esta novedad que ha puesto en mis manos Boolino: historias cortas con ilustraciones dinámicas y actuales para introducir a los peques en este fascinante mundillo. ¡Una idea genial!

Esto era lo que necesitaba para motivar a mi niño mayor a amar la lectura tanto como sus padres. Le encantan los libros, pero le cuesta leer, así que se ha acostumbrado a escuchar cómodamente. Con este libro de fácil lectura y atrayentes imágenes a todo color, estoy segura que se va a soltar. Aunque hay que ir poco a poco. Por ahora, sólo le pido que me lea un página de cada capítulo y el resto se lo leo yo. Después de todo, la edad recomendada es a partir de los siete años y mi chico acaba de cumplir los seis, así que no le resulta tan fácil leer sílabas como "pri" o "tros".

En esta aventura peligran los mismísimos regalos de Navidad. Menos mal que Tim es un perrito con recursos.

Cuidadito, porque, en la historia, los regalos se los hacen entre ellos y un personaje se tiene que disfrazar de Papa Noel para entregarlos. Afortunadamente, mis peques conservan la ilusión de la Navidad a pesar de la sociedad descreída en la que viven y en la que muchos adultos piensan que los niños son sordos. Así que les expliqué que en Inglaterra, país donde se desarrolla la historia, la gente se hace regalos entre ellos, además de los que trae Papa Noel. Les ha encantado la "costumbre" inglesa y están deseando ponerla en marcha en su humilde hogar. Menos mal que con la excusa de que aquí también hay Reyes Magos se lo he quitado de la cabeza. ¡El caso es recibir cuanto más regalos mejor! Vaya panda de materialistas.