Experimento con leche, colorante alimenticio y jabón

Este experimento me lo contó Naikari de Manualidades con mis hijas en la tutoría que gané en su sorteo. Predijo que mis hijos iban a alucinar con él y acertó de pleno. El primer intento no salió bien porque usé un colorante alimentario de pasta en vez del líquido. Mis hijos me miraban con cara de "Pobrecilla. Vamos a fingir que nos ha gustado", "Que noooo", les aseguraba yo, "Que no es eso lo que tiene que pasar", es decir nada, porque eso fue lo que pasó, nada. Mi hijo mayor me dió unas palmaditas cariñosas, mi hijo pequeño un besito pringoso y allá que se fueron a sus cosas de nuevo.

Al día siguiente, me pasé por un supermercado únicamente a por el colorante indicado y perfecto para el experimento. Ese y sólo ese. Esa misma tarde los volvía a reunir alrededor de la mesa de la cocina jurando y perjurando que esta vez sí que se iba a producir la magia.

Los chiquillos esperaron ansioso a que les pusiera delante el bol de leche, el de jabón (lavavajillas), los palitos de los oídos y... ¡el colorante!

Cada uno eligió un color, luego me preguntaron si podían ser más, eligieron otro y al final decidieronq ue querían probar con todos. "Vale, vale", prometí, "pero habrá que empezar por uno. ¿No?". Ambos estuvieron de acuerdo y echamos una gotaza colorida en cada bol.

Iván se lanzó a por su palito de los oídos, pero su hermano mayor le frenó en seco poniéndole una mano en el pecho. "¡Espera! Recuerda que ayer no salió. Será mejor que lo intente yo primero", le explicó. Los dos se pusieron muy serios. Daniel levantó el palito con solemnidad, lo mojó en el jabón y lo acercó muy despacio a la gota de colorante. ¡Exito total! La gota se expandió nada más unirse con el jabón y a velocidad de vértigo. Ambos hermanos lo celebraron muertos de la risa.

El más pequeño se lanzó de nuevo a por su palillo, esta vez sin impedimentos, e hizo su experimento nerviosísimo. La gota volvió a salir expandirse casi milagrosamente. "Más, más, máaaas" me pedían incansables mientras les alagaba los botes de colorante y veía como se manchaban y manchaban todo lo que les rodeaba con auténtico horror. Pero aquello era imparable y los peques probaron todos los colores hasta que la leche se volvió de color incierto. "Y ahora nos la bebemos. ¿Verdad mami?". "Noooooooo. No seais locos que tiene jabóooooon". Menos mal que me hicieron caso porque de estos dos pillos me espero casi cualquier cosa.

Gracias de nuevo Naikari por esa clase magistral :D