Justo lo que Iván quería para su cumpleaños

El lunes fue el cumpleaños de verdad de verdad de Iván. "Hoy sí que es el día que naciste", le dije nada más despertarlo esa mañana. Sonrió confundido y se levantó bostezando. Creo que ni se había enterado de lo que le había dicho. Tantas celebraciones, que si con los amigos, que si con la familia... Lo teníamos desorientado con el tema cumpleaños. Debe pensar que ha nacido tres veces.

"Mami, ¿qué es eso?", me preguntó camino del salón. "Es la bolsa con el desayuno que vamos a llevar al cole para celebrar tu cumpleaños. ¿Te acuerdas que el viernes entregaste las invitaciones a tus amiguitos?". Se rascó la cabeza pensativo. ¡Que lejos queda el viernes! Se encogió de hombros y se sentó en la mesa para desayunar.

Le dejé muy feliz en el cole, rodeado de las atenciones de sus amigos. Entregué la bolsa con las galletas, zumos y un detallito y me fui a trabajar.

Cuando regresé a por él seguía igual de feliz, luciendo su corona orgulloso y agitando encantado lo que le habían regalado los compis: un cuaderno en forma de maleta con el dibujo que cada niño había hecho de él. Precioso.

Les llevé al parque porque hacía un día estupendo y allí se lo pasaron genial los dos chiquillos. Tanto que me costó convencerles de volver a casa. Y eso que me urgía el asunto porque en su habitación le esperaba su regalo y no quería que se hiciera muy tarde. Al fin y al cabo, al día siguiente había cole.

Le encantó la sorpresa. No se lo esperaba. Cuando lo desenvolvió y vió que era un punching ball flipó. Llevaba mucho tiempo pidiendo un saco de boxeo. Yo le hice una vez uno casero, pero seguía erre que erre con que quería uno de verdad. El saco no nos encajaba en la casa, pero el punching ball esperamos que sea menos trasto. Te viene con los guantes de boxeo y enseguida se los repartieron los dos hermano para empezar su entrenamiento. Se los veía muy emocionados.

Espero que tras unos días de emoción no me lo dejen aparcado en un rincón porque me voy a arrepentir de convencer a su padre para comprar semejante trastazo. Y si no lo usare yo en los días duros para descargar frustración. Que conste que ya lo hice un día de esos negros negros y no veas lo bien que me vino. Te quedas como nueva.