Pasión por Covarrubias

Este año veíamos muy negro que hicieran las tradicional Pasión Viviente de Covarrubias. No por falta de ganas de los figurantes sino por el riesgo de pulmonías. El tiempo no acompañaba a los cristos medio desnudo. Ni siquiera al resto de los figurantes, que iban más tapados, pero poco para los grados que predecían.

A las nueve y poco nos encaminamos a las calles del pueblo para acompañar a la procesión que iban a hacer el recorrido de una tarima a otra. ¡Nevaba! Pensábamos que no íbamos a encontrar nada, pero vaya si se subieron los valientes para hacer sus papeles. Y vaya si fue gente. Estaba todo lleno de paraguas sacaojos y móviles con flash. Había que andar como sardinillas en lata y mandar a los peques hacia delante para que vieran algo.

Y darse prisita porque los figurantes no resistían el paso de toda la comitiva y antes de que llegarán los últimos ya se estaban bajando a por un abrigo. ¡No me extraña! Nosotros no vimos todos, y encima nos perdimos el último que es el más impresionante. El de Jesús crucificado, pero ya lo veremos el próximo año, espero que con mejor pronóstico meteorológico.

Esta vez no pusieron las hogueras que lo hacen más impresionante, pero con la nieve inicial y la lluvia torrencial de después ya me dirás cómo prenden nada. Demasiado que salieron a lucir el tipo los pobres. ¡Jolines! Eso sí que es una penitencia. Estos chicos ya han lavado sus pecadillos para unos cuantos años.