El otro día Daniel me invitó a estrenar su recién creado juego de Batman, basado muy evidentemente en Batman Gotham City Chronicles, y me gustó un montón. Sobre todo porque son partidas cortas y trepidantes. Aunque, eso sí, el azar tiene mucho que ver en la balanza de la victoria.
El peque se había dibujado un tablero en el que reflejaba varios niveles y había cogido muñecos de Lego para usarlos como las figuras que se enfrentaban durante la partida.
Un jugador jugaba con Batman y el otro con los malos, incluído el Joker. Por un lado Batman tenía más vida y cada dos turnos se curaba dos de vida, pero por otro los malos eran más. Cada uno de sus oponentes tenía su ficha con su vida y el daño que hacía su ataque.
En su turno tanto el bueno como los malos sólo podían mover hasta dos casillas y, en caso de tener alguien a tiro atacar.
Cuando jugué yo contra Daniel ganaron los malos, que lo manejaba él. Y cuando Raúl tomó las riendas de Batman, ganó el bueno.
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| La batalla final |
Me encanta cuando se exprimen las neuronas para intentar crear juegos con mecánicas compensadas. En nuestra partida, Daniel hizo algunos cambios para que el juego fuera mejor. Se nos está llenando la estantería de juegos inventados.
Me encanta, seguro que terminan montando partidas de rol súper completas.
ResponderEliminarYa lo hacen! Se las curran un montón :)
EliminarEs increíble la imaginación de este niño☺☺☺
ResponderEliminarDemasiada jajaja
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