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miércoles, 10 de junio de 2020

El Zoo de Beijing

A puntito de entrar...
Había dejado de escribir este serie de posts de nuestro viaje a Pekín del verano pasado cuando llegó la cuarentena, pero voy a retomarlos porque quiero que queden reflejados en el blog , que uso a veces para recordar días pasados y como mi diario.

Salen jabalís y rinocerontes de la pared!!
Ahora tocaba el la visita que hicimos al Zoo de Beijing, que fue alucinante. Para empezar es enoooorme y tiene una estatua de un tigre gigante. Ya sólo eso impresiona, pero es que, además, tiene animales que no encontramos en el Zoo de Madrid (como la salamandra gigante china, el aligator chino, los ciervos milu y de hocico blanco...) y algunas curiosidades que en España nos chocan.

Los pandas viven como reyes
Para empezar es el más antiguo de China y se creó en tiempos de la dinastía Qing, hace más de 100 años, y está formado por jardines clásicos chinos de todo tipo que lo hacen aún más interesante. Alberga más de 14.000 animales. Una pasada.

El chaletazo de los pandas
Comienzo por el principio, que fue la Casa de los Pandas, como es lógico. Fue al primer lugar al que fuimos muy emocionados y deseando ver a los monísimos panditas.

Nos hacían tantas fotos como a los pandas jajaja
De repente, una familia nos preguntó si podían hacerse una foto con nosotros y fue el comienzo de nuestra carrera como monos de feria del zoo. ¡Hasta se empezó a formar cola para hacerse fotos con nosotros! Raúl nos empujó disimuladamente y salimos de allí por patas para poder seguir con nuestro recorrido. Realmente llamábamos al atención. No era de extrañar porque éramos los únicos con rasgos occidentales allí. Se ve que el zoo no está dentro de las rutas turísticas extranjeras...

Las instalaciones molaban un montón
Nuestra siguiente parada fue en el pabellón de los anfibios, lagartos, serpientes... Nos encantó. Había algunos que no habíamos visto nunca. Como todo en Beijing, el lugar era enorme.

Hola ojazos
De camino a los aviarios encontramos dos sectores curiosísimos. En primer lugar, nos topamos con el único parque de columpios que vimos durante toda nuestra estancia y... ¡era de pago! No era nada caro, así que pagamos para que los peques entraran porque se ve que les hacía muchísimo ilusión. Y eso que tampoco eran nada del otro mundo.

Este tenia piscinita privada
De todas formas, los niños chinos se volvían locos con ellos. No me extraña si tienen tanta escasez de ello (no entiendo porque no ponen columpios para niños en los parques públicos).

Los únicos columpios que encontramos en nuestro viaje...
Por otro lado, nos quedamos flipados cuando nos acercamos a investigar sobre una atracción que estaba congregando a bastante gente y resultó ser una zona en la que alquilabas perros para pasearlos.

... Y eran de pago
Así como aquí hay tortas entre los niños para montar el pony, allí se las dan para pasear perros. Supongo que muy poca gente podrá darse el lujo de tener perro en esa gran ciudad.

La atracción principal del zoo era...
Mis hijos intentaron colarnos que les compráramos un ticket, pero no lo lograron.

... alquilar un perro para pasearlo. OMG!
Si ellos tienen a los perritos de su abuela y su tía para pasear cada vez que nos damos el salto a Las Palmas de G.C. Y gratis.

Nos quedamos con las ganas de entrar al Acuario
El Acuario tenía una pinta impresionante, pero no pudimos entrar porque la entrada era exageradamente carísima y no tuvimos previsión de meter tantos yuanes en la cartera. Una pena porque estoy segura de que hubiera valido la pena. Nos quedamos con las ganas.

El tronco de un árbol petrificado
En un puesto cercano a sus instalaciones compramos nuestra primera pulsera para mantener a los niños controlados. Son ideales porque allí las masificaciones son impresionantes y hay que tener mucho cuidado.

¡¡¡El oso polar era demasiado mono!!!
Yo ya las había visto en otros turistas y moría por conseguirlas. Lo malo es que Daniel no quiso ni oír hablar de ellas y sólo pillamos una para Iván, que jugaba feliz a que era un perrito que paseábamos. Eso sí, como comprobamos que eran altamente necesarias, más adelante pillamos otras y el mayor se la tuvo que poner muy a su pesar.

Dos fieras en su cueva
Pasear por el zoo más antiguo de China fue toda una experiencia.

Agotaos. Llamábamos la atención.
Acabamos cansadísimos y habíamos decidido volver al apartamento cuando a raúl se le ocurrió mirar antes la guía y percatarse que justo en la salida había un templo de lo más interesante... Una pasada de templo super recomendable para visitar con niños. Pero eso lo dejo para otro post.

Uno bien atado jajaja

Que bonitos los jardines

La estatua del tigre era impresionante

Lugares curiosos

El mono flipando con mis hijos

EL parque de columpios

No me acuerdo que pájaro era éste...



4 comentarios:

  1. q chulo ¡14.000 animales!!! q pasada!!!!
    Me cojo unas fotos de recuerdo para mi post de mañana. un beso ¡gracias x contarnos!

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    1. Sí que fue interesante. Nos encantó ese viaje. Aprendimos muchísimo :D

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