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martes, 23 de junio de 2020

El monstruo del Palacio de Buckingham

La increíble historia de... El monstruo del Palacio de Buckingham es ¡ciertamente increíble. Llena de personajes originales e inolvidables, giros argumentativos sorprendentes, acción a raudales y peligros extremos. 

Todo ambientado en un Londres futurista sumido en la pobreza, en una catástrofe medioambiental, en la oscuridad y en la corrupción más tiránica. ¡Vamos! Una vuelta en toda regla a los terribles años de la edad Media, con caza de brujas incluida, magia negra, un poco de Gran Hermano y adelantos tecnológicos altamente estrambóticos, algunos steam punks. Todo muy mezcladito. 

Con este panorama se encuentra nuestro héroe, el príncipe Alfred, un niño de mamá enfermizo y aprensivo que va a tener que espabilar rápidamente si quiere sobrevivir. Porque lo que encuentra en el Palacio dónde está retenid... digoooo, donde vive es, nada más y nada menos, que un terrible monstruo mitológico. Algo muy difícil de creer, a no ser que lo hayas visto con tus propios ojos. El chico lo tiene claro: hay que hacer lo que sea para pararle lo piés... O lo que se pueda, claro. 

Alrededor de este atípico protagonista girarán un montón de personajes de lo más variopintos: algunos muy locos, otros alucinantes, incluso los hay cargantes, y otros muy muy terroríficos.

A veces, hasta da la impresión de que no es una lectura  muy para niños, pero en realidad sí que lo es. Es ideal para niños aventureros y valientes. Lo que pasa es que muchas veces los tenemos entre algodones, como le ocurría al personaje principal de la trama, y no nos damos cuenta de que son más fuertes de lo que creemos. 

Desde luego, Daniel lo ha disfrutado de la primera a la última página, y su hermano pequeño lo está empezando muy entusiasmado. Por qué no van a poder disfrutar ellos de buenas historias llenas de injusticias y tragedias como ésta, una de esas en las que todo puede pasar...

El mayor le echó mano enseguida al libro, pero pronto decidió compartirlo conmigo para poder ir comentando los avances. No podía esperar a leerse él el libro y que luego me lo leyera yo, así que lo compartimos y comentamos cada capítulo: "En este capítulo ha cambiado Toooodo", "¡¡¡Pero te das cuenta de lo que ha pasado!!!", "Yo esto no me lo esperaba", "No sé cómo va a salir de ésta", "Mami, ¿que significa Picota? ¿Y empulguera?"

Pero entre toda la pobredumbre, la sangre, el miedo y las lágrimas hay mucho espacio para las risas, porque toda la historia está narrada con mucha chispa y sentido del humor. Hay veces que no sabes si reirte, llorar, horrorizarte o todo junto. ¡Nos ha encantado a los dos! Y creo que al pequeño también le va a gustar porque es una lectura que engancha totalmente.


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