Se sentaron los dos en la mesa del comedor armados de papel, dados, un lápiz de dos colores y una regla de mis años de universidad (el odioso tipómetro). Las reglas consistía en dibujar cada unos una nave en dos extremos diferentes del papel, tirar un dado dos veces y midiendo con la regla hallar el angulo del tiro de cada jugador. Gana el que más disparos acierte en la nave contraria.
Raúl se encargaba, como es obvio, de realizar los cálculos, y Daniel de tirar los dados y pintar las líneas más o menos rectas con ayuda de la regla y de su padre.
Estuvieron entretenidos un buen rato. Cuando acabó el juego, Daniel se dedicó a dibujar naves en otro papel y a disparar de forma indiscriminada. Lo importante es que logró seguir las normas del juego durante un buen rato y que papá siempre está pensando en cosas para hacer con sus peques.
Que buenas ideas tiene tu marido. Se lo deben pasar genial con su padreee!!
ResponderEliminarLa verdad es que los dos están encantados con su papá :)
EliminarEjem...a mí ese juego me suena de algo, me trae recuerdos de mi infancia con mi hermano, siempre me tocó participar en sus juegos bélicos. A tu niño le debió encantar! Bsines
ResponderEliminarPues a lo mejor ya existía jaja. Yo no lo había oído nunca y cómo soy de letras, me pareció muy complicado lo de los cálculos :S
EliminarEsos ratitos que pasen juntos serán los que luego recuerde cuando sea mayor :)) A mí no me suena... que veo que alguna dice que sí. Yo jugaba a subirme a los árboles, jajaja. Es que lo mío es de nacimiento!
ResponderEliminarBesooos
A mí también me encanta ver a los niños jugando con sus padres y madres. Yo también me subía a los árboles jaja!! Pero a falta de árbol...
Eliminar¿Sabes a qué me han recordado las fotos? A una que tienen Alberto y Alex haciendo galletas, cuando era como Daniel. ¡Inolvidable!
ResponderEliminarBesos
Son recuerdos indelebles. Seguro que disfrutaron tanto el papi como alex del momento cocina.
EliminarQué juego tan científico!!! Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarDemasiado para mí :S
EliminarPues me parece un juego estupendo y con muchos aprendizajes.
ResponderEliminar¡Felicidades al papá por su creatividad!
Muchas gracias. Se lo digo de tu parte. A mí nunca se me hubiera ocurrido un juego tan... ummm... matemático. ¡Es que soy de letras!
Eliminar¡Que chulo! Vaya padrezo, Daniel tiene que estar encantado :) Genial que las reglas sean sencillas, les haga dibujar como parte creativa y divertida, y que mantenga su atención y encima luego le den más ganas de seguir dibujando naves y jungando, que guay :)
ResponderEliminarLa verdad es que no le falta la imaginación y el ingenio. Por eso muchas veces, cuando estamos jugando, me pregunta "¿Cuando viene papá?" Jaja
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