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lunes, 19 de abril de 2010

Con los bisabuelillos

Daniel ha vuelto a Elda para ver a los bisabuelos. El chiquitín se portó bastante bien para estar tantas horas en el coche. El viaje de ida fue muy malo porque al final terminamos saliendo muy tarde. Había que esperar a que el niño merendara en la guardería para ir a buscarlo y salir pitando. Pero surgieron imprevistos (como siempre) y nos retrasamos todavía más. Le dimos de cenar al niño en un área de servicio y seguimos camino, pero el chiquillo ya no tenía gans de dormir ni de estar en el coche. Su "guñi, guñi, guñi, baaaaaaaaaa, baaaaaaaaaaaa, baaaaaaaaaaa" me estaba volviendo loca. Afortunadamente volvió a dormirse al poco de llegar a Elda. Lo deposité en el carrito como si fuera de cristal. Llegué al piso de mis abuelos, dónde me aguardaba mi madre, que había ido de avanzadilla y que se volvía con nosostros. Nada más entrar rogué que no hicieran mucho ruido para no despertar al niño, porque ya eran las diez y el ni ño solía acostarse a las ocho. Así que ya iba con el horario cambiado. "¡Pero si está despierto!" gritó mi madre alborozada. Lo sacó del carrito de un tirón con gran maestría y procedió a agitarlo como una coctelera. De mi madre pasó a los brazos de mi abuela y de mi abuelo, que lo trataron con más suavidad, pero no la suficiente.

Como llegaba agotada no tardé en agarrar al niño y meternos los dos en la camita. Que pena que el enano estuviera tan excitado. Me dió una noche horrible.

Los bisabuelos y la abuelita de Canarias estuvieron mimando al pequeñajo todo el fin de semana, en mi idioma esto significa que lo estuvieron asalvajando. Un dí lo llevamos a unos columpios estupendos que hay muy cerca de la casa. había un zona dedicada a los bebés. Que bien se lo pasó Daniel. Habían columpios que asemejaban pañales, toboganes enanos, casitas de metal, un columpio que asemejaba una telaraña de Spiderman... Una gozada. Estoy buscando algo parecido por mi barrio, pero ya me estoy casi convencida de que aquí no existen.

Al enano le vino a ver mucha gente, pero no creais que me puse celosa ni nada. Ni un poco. Nada de nada. Antes me venían a ver a mí... Pero es que Daniel es más guapo y simpático ¡Qué se le va a hacer!
El viaje de vuelta fue un poco mejor, porque salimos antes y porque mi madre nos acompañaba, con lo que se ocupó de Daniel la gran parte del tiempo. Para descanso mío. Que lío es viajar con Daniel. Siempre vamos con el coche hasta arriba de cosas. Esto de los bebés es algo complicado.

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