Hola. Os presento a Patata. Vive en mi cocina y es una compañía más bien aburrida. Es demasiado callada y tranquila para mi gusto, pero si nos la comemos a mis hijos les da un síncope. Todo empezó de la forma más inocente: "¡¡¡Niñooos!!! Mirad que patata más rara he encontrado. Parece una especia de ratón deforme. ¿No?"
Los peques enseguida la adoptaron como una mascota más y le han cogido un cariño excepcional. De nada ha servido decirles que las patatas se pudren si no nos las comemos en un tiempo prudencial. "Mamiiiiii. ¿Podemos jugar con Patata? Porfiiiiiii". A ver quien es el guapo que les dice que no.
Así que Patata estuvo una par de días entre los juguetes de los chiquillos. Hasta que la encontró Raúl y le oímos exclamar desde el salón: "¡¡¿¿Qué demonios hace una patata en la habitación de los juguetes??!!".
"¡¡No te la comaaaaaas!!" le gritó desesperado Daniel mientras corría a defender a Patata de su despistado padre. Al final quedamos en que la nueva "mascota" viviría en la cocina hasta que se pudriera. Pero al padre le tuve que prometer que nos la comeríamos en secreto antes de que se perdiera para siempre. "¡¡Es una patata enorme!!" me indicó un poquitín exhasperado, "¿vas a tirar medio kilo de comida?". Y tiene toda la razón, pero a los peques les voy a engañar con premeditación y alevosía para evitar dramas innecesarios.
Una piedra tuvimos nosotros en casa de mascota, jajajaja, como en el anuncio del palo. Tenía una cara pintada, una camita, una mantita y un sillón. Fue una experiencia magnífica para la creatividad durante días de aburridas tardes en la playa. Fíjate tú!
ResponderEliminarMe encanta que le hiciérais hasta un sillón. Eso sí que es cuidarla y mimarla de lujo. Por lo menos la piedra no se pudre. Me temo que el padre aprovechó un despiste mío y patata pasó a formar parte de una tortilla de patatas anoche. Nos ha durado una par de semanas el idilio. Temblando estoy de que los niños me pregunten por ella XS
Eliminarjajaja me encanta vuestra nueva "mascota" :D
ResponderEliminarPues Raúl la ha convertido en tortilla de patatas en un despiste mío. Menos mal que los niños aún no han notado su ausencia. Cuando me pregunte diré que se ha escapado por la ventana XD
Eliminarjajajaja ya verás..... jejejeje
EliminarY encima soy yo la que la echa de menos tras dos semanas largas de silenciosa relación desde el bote del arroz jajaja Vaya tela!
Eliminarjajajaja
Eliminarquieta con la patata, cuando le salgan raices, cortas el cacho, les haces cuidar el brote puesto en agua y tierra y ya te comes el resto.
ResponderEliminarDemasiado tarde. El padre se coló en la cocina y la convirtió en tortilla de patatas :_(
EliminarSi vuelve a pasar hago lo que me has dicho. Muchas gracias!!
Jaja, Dácil, eso es un buen uso de un recurso literario : personificación ,jaja, ¡Pero con una patata!. Lo cierto es que a veces traen formas realmente curiosas sobre y encima no cag ni mea como una mascota...
ResponderEliminarLa verdad es que no daba nada de lata. Y te confieso que la echo de menos encima del tarro del arroz snif snif
EliminarEste padre desnaturalizado...
Si es que a veces la comida es caprichosa y mola tanto que da pena comérsela...jajajajaja...
ResponderEliminarAy sí. Aún hecho de menos a Patata jajaja
Eliminar