Átomo en Interocio 2022

Y sigo con los posts de todos los juegos chulos que pudimos conocer en Interocio. Hoy nos trasladamos al stand de Átomo.

Story colors

Número de jugadores: de 3 a 6

Edad recomendada: a partir de 8 años

Duración estimada de cada partida: de 30 a 60 minutos

Muy grande este juego y no sólo por el formato, el primero de estas dimensiones que Atomo publica. Los jugadores van a tener que exprimirse el cerebro para contar una historia siguiendo el comienzo de la tarjeta que toque y haciendo referencia a los colores que le salgan en los dados que tendrá ocultos tras su pantalla. 

No puede ser demasiado evidente ni demasiado difícil o el narrador puede incluso perder puntos. por su parte, el resto de jugadores intentarán adivinar la secuencia de colores tras sus pantallas y ganar la máxima puntuación.

Risas aseguradas.

Los buscapistas

Número de jugadores: de 2 a 4

Edad recomendada: a partir de 6 años

Duración estimada de cada partida: de 20 a 40 minutos

Me encantan los juegos basados en libros porque da pie a sesiones temáticas chulísimas. No es lo mismo leer un libro, que leer un libro sabiendo que luego te vas a poner en la piel de los protagonistas o que vas a ayudarles en su misión. En este caso, el objetivo es resolver el mayor número de misterios posibles en la ciudad de Basketville. Es un juego de cartas en el que los jugadores tendrán que elegir entre moverse, encontrar pistas o resolver y gana el que llegue antes a 30 puntos.

No tuvimos la oportunidad de probarlo por falta de tiempo, pero nos estuvieron hablando sobre él en el pase de prensa anterior a la apertura de puertas. Pintaza.

Por cierto, que nos han dicho que están preparando un juego basado en Las Princesas Dragón. ¡Qué buena noticia!

Cakes!

Número de jugadores: de 2 a 4

Edad recomendada: a partir de 5 años

Duración estimada de cada partida: de 15 a 20 minutos

Este juego ya lo conocía, aunque aún no he tenido ocasión de jugar porque a mis hijos los juegos de equilibrio no les atraen mucho por cuestiones de falta de habilidad y frustración. A mí, en cambio, me encantan precisamente porque soy torpe hasta decir basta. No hay nada mejor que la capacidad de reírse de uno mismo y con amigos. Me flipan los juegos en los que prima la diversión sobre la competitividad y éste tiene pinta de ser uno de esos. Paloma, de Refuerzo Divertido, me habló maravillas sobre él, pero no pude convencer a los recelosos churumbeles. En otra ocasión los abandono y me voy a jugarlo con personas con menos sentido del ridículo (a quién intento engañar. Seré madre gallina toda mi vida).

Además, el juego llama mucho la atención porque es una monada y las torres de pasteles son graciosísimas. Precisamente, el objetivo es hacer el pastel más alto, según los pedidos que recibamos y sin perder el equilibrio y que acabe todo en el suelo (o en la mesa). La mecánica consiste en robar dos cartas de bizcocho, una de glaseado y seguir las instrucciones del pedido al pie de la letra sin que se caiga la estructura. Si eres el primero en llegar a 10 pisos ganas.