lunes, 29 de julio de 2024

Japón, Arte y Manga

Gracias a Abono teatro nos enteramos de la existencia de la exposición Japón, Arte y Manga y no nos lo pensamos dos veces para sacar las entradas. Bueno, el mayor no se lo pensó dos veces en decir que no quería ir dejándonos a todos impactados. ¡Pero si le encanta el manga! En fin, yo ya no intento entenderle. Se encabezonó tanto que nos fuimos sin él. Y, aunque él lo negará hasta el fin de sus días, cuando volvimos, le contamos la experiencia y le enseñamos las fotos, se arrepintió de su decisión. Nos pareció una maravilla.

La exposición se encuentra ubicada en un entorno maravilloso, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), que vale la pena visitar por sí mismo.

La exposición está muy bien organizadas, comienza en los orígenes del manga , te pasea por su historia, por sus grandes figuras y acaba con lo más actual, haciendo hincapié en las series que más triunfan en España ahora mismo.

También te explica sus clasificaciones, en qué consiste, cómo crean... Con un montón de curiosidades al respecto muy interesantes. Me gustó tanto que lo primero que hice al llegar a la tienda fue preguntar por el catálogo, pero ¡no tenían! Qué decepción porque la exposición se prestaba a ello de una forma impresionante.

Además de los paneles y obras expuestas, también se curraron mucho los espacios recreando un rincón de un barrio de china, el barco de One piece, la zona de los farolillos, un pasillo con el techo lleno de páginas de cómics, el estudio del mangaka infantil, el templo con los yokais.... 

Lo que más le gustó a Iván, que sí que se animó a venir, fue el lugar de los sellos de tinta, en el que podrías imprimar un montón de imágenes chulas en papeles, que en sí mismos, eran muy bonitos y llevártelos a casa. A veces las cosas más sencillas son las que más triunfan para los peques.

La pena es que la hemos conocido cuando ya finaliza (el último día es el 25 de agosto) y con el trajín de las vacaciones no vamos a poder volver, porque nos hubiera gustado mucho llevar al mayor para que lo disfrutara.




























martes, 16 de julio de 2024

Sweet Space Museum Madrid

Me está  costando encontrar planes al gusto de mis cada vez más difíciles adolescentes, pero hay algo que no suele fallar con ellos: los museos de experiencias como el Sweet Space Museum, que encima entra dentro de las opciones de ocio que cubre el abono teatro (Cada vez me alegro más de habérmelo sacado).

Se han puesto de moda unos museos basados en experiencias que despierten los sentidos, aunque más que museos, yo lo catalogaría como centros culturales. Al que fuimos nosotros, dan un paso más e incluyen el sentido del gusto a base de chuches. No sólo cuidan el este sentido con dulce, también nos dieron una chuche ácida y otra ¡picante! De ésta última compramos en la tienda. Nos pareció muy novedosa y, encima, estaba buena. Además, es genial para bromitas :)

Nuestra guía nos explicó que estábamos en un centro de arte moderno dedicado a las chuches y el espacio. Me encanta la elección de temas.

Cómo todos en los que hemos estado, se trata de un recorrido en el que puedes quedarte todo el tiempo que quieras en la sala, pero si avanzas ya no puedes volver atrás, con lo que es mejor tomárselo con calma.

Las dos primeras salas son un excepción porque son más bien de paso, son lo que te dejan estar unos minutos para hacerte las fotos de rigor y luego te piden que continúes. Es lógico, porque no cuentan con mucho espacio. Ambas son muy bonitas.

En el resto ya puedes explayarte lo que quieras y todas tienen rincones muy divertidos. Hasta hay una piscina de bolas en la que tumbarte a hacer el tonto un rato.

Pero el lugar preferido por todos fue el de las colchonetas para tumbarse a relajarse. Iván incluso sugirió echarnos una pequeña siestecita, pero luego recordó lo difícil que es despertarme si caigo en sueño profundo y se arrepintió de la propuesta. ¡Nada de siestitas! Continuamos nuestro camino e, incluso, me atreví a tirarme por el tobogán que conecta con otra sala. Si no lo ves claro, puedes bajar por unas escaleras, pero ¡quién dijo miedo!

Mil millones de fotos divertidas después salimos del museo muertos de la risa. Dentro estuvimos cosa de una hora alargando nuestros juegos en las instalaciones bastante. Si vas deprisa y corriendo te lo haces en media hora o menos, pero si esa es tu intención, éste no es tu museo.

Tras la visita, paramos en la tienda para hacernos con nuestras gominolas picantes. ¡Imprescindibles! Y luego fuimos directos a la cafetería a por unos waffles con dos bolas de helado que estaban increíbles.

Fue una tarde muy divetida y a las fieras les encantó el plan que les había preparado. ¡Chiquipunto para mí!