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viernes, 1 de abril de 2022

Alma de elefante

El Premio Anaya de Literatura Infantil 2022 ha recaído en Alma de Elefante (recomendado a partir de 8 años), de Andrea Maceiras, escritora coruñesa de la que ya leímos en su momento Cuenta nueve estrellas y también nos gustó mucho. En esta ocasión, la historia habla de dos hermanos gemelos, Suy con un misión importante y Lawen que no encuentra su lugar en el mundo.

Todo cambia cuando una anciana del pueblo dice a Suy que su hermana tiene alma de elefante y él de mariposa. ¿Cómo es posible cuando el fuerte es él y la delicada ella? A veces la realidad es muy difícil de aceptar y tiene que venir un tesoro en forma de elefante a tambalear tus cimientos. Los hermanos se verán envueltos en una aventura llena de momentos agridulces y personajes de muy distinto pelo por querer ayudar a Tep en su huida. El nombre del elefante hace referencia a un espíritu benevolente que nos acompaña en el camino que se incluye en la cultura tailandesa. Los protagonistas ayudando a Tep se ayudan a sí mismos

La historia es preciosa y está llena de mensajes de superación, constancia, ecologismo, sentimiento de comunidad y valores éticos. El marco de la acción recoge una protesta contra el maltrato animal, los efectos dañinos del turismo y la deforestación de la selva.

El libro también habla de roles de género y etiquetas que pesan como losas. Las mariposas pueden parecer insignificantes y frágiles, pero pueden volar muy alto. El elefante es fuerte, pero a la vez muy sensible. Son almas que no entienden de género. Suy tiene alma de mariposa y Lawen de elefante, pero Suy piensa que él debería tener alma de elefante porque es el más fuerte de los dos. Un tesoro en forma de elefante le enseñará que las mariposas vuelan y pueden encontrar el camino correcto para no perderse y guiar a los demás.

El jueves acudí a la entrega del premio y escuché de labios de la propia autora más detalles sobre su obra. Ella nos contó cómo la historia surgió de unos de sus viajes por el sudeste asiático, más concretamente a Tailandia. Estaba observando a unos niños jugar en las inmediaciones del templo Banteay Srei, en Angkor. Corrían detrás de unas garzas para hacerles levantar el vuelo hasta que se cansaron y buscaron otro lugar de juegos. 

Entonces, la autora encontró un dibujo tosco hecho a lápiz que reflejaba el paisaje que ella estaba viendo en ese momento e incluía un elefante montado por un niño o niña. Eso dio lugar al comienzo de algo que ha acabado con forma de libro infantil, juvenil y si me apuras para adultos. Porque la historia es lo suficientemente sencilla para gustar a los peques y extremadamente profunda para hacer reflexionar a los mayores.

Esta anécdota viene reflejada en la dedicatoria inicial. Un comienzo perfecto a este viaje hacia un paraíso escondido y hacia el interior de cada uno.

Un detalle a tener en cuenta es como se refleja el trastorno de autismo de Lawen. No se dice expresamente, pero se intuye en el reflejo de su aislamiento en la aldea, su sufrimiento por no poder encajar en su comunidad natal, su dificultad a la hora de expresar sus emociones etc. Su encuentro con el elefante le cambiará la vida.

A mí éste libro me hizo pensar mucho sobre los conflictos sobre los que habla y sobre misma. Cuando te paras a pensar que tipo de alma podría ser la tuya descubres muchas cosas interesantes sobre el camino que llevas recorrido. He tenido muchas almas de animales a los largo de mi vida: de conejo cuando era niña, de gato cuando era adolescente, de mariposa cuando era joven y ahora estoy muy segura de que tengo alma de mamá gallina. Y creo que ésta ya es la definitiva, aunque nunca se sabe. A lo mejor cuando mis fieras vuelen libres adopto otro animal que me represente mejor.

Los Premios Anaya de Literatura Infantil surgieron en 2004 para impulsar el crecimiento de este sector y motivar a los autores a escribir historias que ayudaran a crecer a los peques en la curiosidad, el amor a la lectura y el ansia de aventuras.

Como dijeron en la presentación, "por ahora no nos hemos equivocado y pensamos seguir mucho tiempo buscando maravillosas historias que son tesoros".

Nosotros damos fe porque tenemos unos cuantos títulos con este premio guardados como oro en paño. Como por ejemplo: La rama seca del cerezo, Mi abuelo tenía un hotel y Apestoso tío Muffin.

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