viernes, 20 de septiembre de 2019

Taller de creación de juegos de mesa

Otra actividad que puse en marcha en las TdN de este año fue un taller de creación de juegos de mesa y estoy planteándome si repetirlo porque me lo pasé de miedo. La idea era desplegar todo el material que pudiera reunir: goma eva, tarjetas, dados, fichas, cartulinas, tijeras... Y que los peques echaran a volar su creatividad. Les iba a dejar una hora para pensar su proyecto, otra para crearlo y la media hora final para que los expusieran, pero les faltó tiempo para ponerse manos a la obra. Los niños que se apuntaron venían con un montón de ideas en sus cabezas.

Yo me dediqué a intentar asesorarles sobre el material que podían utilizar según lo que quisieran a hacer o a resolver dudas sobre cómo podían hacer esto u lo otro, pero no me necesitaron mucho, la verdad.

Aluciné con la capacidad de concentración que tienen los peques cuando tienen algo que les motiva entre manos. Estuvieron dos horas totalmente inmersos en sus proyectos.

Cuando se acabó el tiempo fui en busca del jurado: Paloma, de Refuerzo Divertido, Marc de Ayudar Jugando y Manu de Brain Picnic fueron los expertos encargados de escuchar las exposiciones y decidir al ganador por su creatividad y originalidad. En realidad, el diseño no era importante. No quería que perdieran el tiempo haciendo dibujos perfectos y que eso no les dejara avanzar en el desarrollo.

La verdad es que todos los peques lo hicieron genial: uno de ellos había inventado un juego con cartas y mandos de la tele en el que ganaba el que le apagaba la tele al otro, otra se había currado una oca muy original en la que el monstruo que eligieras para jugar te daba una serie de habilidades, Daniel se inventó un complicado juego de construcción de robots que luego tenían que luchar entre ellos, Iván uno de policías y ladrones en el que un imán era parte importante de la mecánica para robar lingotes de oro y la última participante presentó un juego de mesa roleado con personajes ocultos y mucha acción. ¡Alucinante! 

A Iván le dió tiempo de inventarse otro juego de circuitos y habilidad, pero como sólo se podía presentar uno se quedó con el primero que desarrolló. Puse el límite en uno para que no pensaran que era mejor cantidad que calidad.

Lo cierto es que los peques se esforzaron al máximo para vencer su timidez y hablar delante de tres jurados, los compañeros de taller y los organizadores. Son dignos de admiración porque han demostrado que cuando quieren algo son capaces de sortear todos los obstáculos, hasta el de la vergüenza  y el miedo a hablar en público.

No me extraña que al jurado la costara tanto elegir ganador. Tuvieron en cuenta la edad de cada uno, porque no se le puede pedir lo mismo a uno de 7 que a otro de 12; cómo habían desarrollado sus juegos; las mecánicas de las que se componían; en qué consistían los turnos; la originalidad... ¡Vamos! Que estuvieron deliberando muchísimo tiempo. Qué mérito tienen, yo hubiera sido incapaz de elegir.

En cuanto pude me escapé de la sala porque las dos fieras habían participado y no quería oír nada de las deliberaciones. El ganador se anunciaría en la ceremonia de clausura. Todos los participantes estaban muy emocionados y con ganas de conocer al afortunado. ¡Hasta abordaban a los jueces si se los encontraban por el recinto para intentar sacarle información! Al final el premio fue para el juego Apaga la Tele. Aplaudimos a rabiar durante la ceremonia. 

Daniel se lamentó un poco por no haber ganado, pero Iván estaba encantado porque no quería subir a recoger ningún premio. Le daba mucha vergüenza y ya bastante había tenido con el tema de exponerlo en el taller.

Me encantó la experiencia. Y animo a todo al que le apetezca a ponerse manos a la obra con sus hijos, sobrinos, nietos o hijos de amigos porque de verdad que da gusto verles trabajar con tanta dedicación y te sorprenden con la imaginación que derrochan.

Por cierto, que luego me enteré de que la editorial Átomo ha sacado una caja con materiales para crear juegos de mesa, Creative Game Kit, yque lo presentaron en una Jam session infantil en las Ludo ergo Sum. ¡Que pena que no nos cuadraron las fechas! Seguro que mis peques hubieran disfrutado muchísimo.






4 comentarios:

  1. El taller fue increíble! Esas cabecitas pensando durante dos horas y cómo lo expusieron de bien... Lo difícil fue puntuar y elegir ganador/a. Marc, Manu y una servidora sudábamos la gota gorda
    , jajjajajjaa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Afortunadamente, yo no tuve que elegir, ¡menos mal! Y te agradezco muchísimo que accedieras a ser jurado del concurso. Yo me lo pasé genial con los niños <3

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.