jueves, 10 de agosto de 2023

TdN 2023

Volvieron las Jornadas Tierra de Nadie al Ceulaj, en Mollina, y con ellas cuatro días llenos de juegos, rol, talleres... y mil actividades geniales.

Estas jornadas han sido especialmente interesantes porque el volumen de actividades ha sido altísimo, o eso me ha parecido a mí que tenía plan A, B, C, D... Si no conseguía plaza en algo, tenía otras tres opciones para la misma franja horaria. Esto te hace desear con mucha fuerza poder multiplicarte y asistir a todo.

Encima, pude asistir a todas mis opciones A, excepto a dos. ¡Eso es una maravilla! De hecho, la segunda actividad que me perdí no fue por ser lenta inscribiéndome, sino porque Raúl me hizo ver que habíamos pisado poco al ludoteca ese año y había que hacer rodar dados y deslizar cartas por la mesa, así que, con toda la pena de mi corazón, renuncié a una partida de Blood on the clock tower, pero eso no quiere decir que lo pasara mal. Al contrario. Fue una tarde genial.

Es que elijas lo que elijas lo pasas genial. A no ser que resulte que no se haya apuntado el suficiente número de personas a la actividad y te encuentres con que no se puede realizar, como le pasó al pobre Daniel con la de el Primer Torneo Killer Compitruenos, en la que se iban a formar dos grupos para resolver retos por todo el Ceulaj y acabar con un torneo de piedra, papel y tijera. Pintaba genial y espero que lo vuelvan a intentar en la siguiente edición. No me pude apuntar porque me coincidía con otra actividad, pero sí que me hubiera gustado.

Afortunadamente, Daniel se desquitó con su sesión de laser tag, que, por lo que contó, fue una pasada. Me hubiera gustado apuntarme, pero yo ya tenía lío por mi parte. Como he dicho antes, ¡ojalá pudiera multiplicarme e ir a todo!

Y si no consigues plaza en ninguna de tus opciones, siempre te quedará la Sala Europa con su ludoteca gigante.

El primer día llegamos tempranito y aprovechamos para relajarnos en la piscina tras hacer la inscripción y dejar todos los bástulos en la habitación. Necesitábamos ese momento porque sabíamos que el resto de las jornadas iban a ser trepidantes.


Empezando por la comida de aquel día (ya que no se incluye en las jornadas), ya que el sitio al que vamos siempre estaba lleno. Menos mal que el dueño era muy majete y nos indicó otro sitio para comer que estaba muy bien.

Y con la barriga bien llena comenzaron las jornadas para nosotros :)

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