domingo, 26 de febrero de 2012

Fin de semana con Max

La mascota de la clase de Daniel se adaptó en seguida a nuestra rutina. Se hizo varios colegas entre los peluches de Daniel. Sobre todo, hizo buenas migas con el oso gigante y el mono de las piernas y brazos largos. Eran inseparables. Los cierto es que, mientras que mi pequeñín vivía un fin de semana de lo más intenso. El gracioso erizo se quedaba esperándole en casita para que no sufriera inoportunos accidentes. No quería llegar el lunes con media mascota o algo así.

Pero no creáis que se aburrió. Ni un poco. Ayudó a Daniel a comer, a vestirse, a bañarse... Estoy pensando en pedirla prestada todos los fines de semana. ¡Qué pena que se la tengan que llevar a casa también el resto de la clase! Pero seguro que tiene algún día libre que nos pueda dedicar.

Por otro lado, interactuó con toda la familia. Misi se enamoró de él e Iván no perdió la ocasión de babearlo un poquito. Después del achuchón del bebé hubo que limpiarlo un poquito, pero le valió la pena al peluche a cambio de los besos babosos del más pequeño de la casa. Al mayor no le hizo gracia la atención que estaba levantando Max y se lo quitaba al que osaba jugar con él al grito de "Mío".

4 comentarios:

  1. Mi sobrina también tiene un peluche viajero, pero ella insistió en llevarlo a todos lados, así que conoció a toda la familia jejejee, que rico Iván abrazado a Max...

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  2. Jaja... que linda tu sobri. Menos mal que Daniel sólo se acordaba de su amigo el erizo en casa. Me daba mucho miedo perderlo en un despiste de los mío :S

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  3. en mi guarde también dejamos que se lleven el fin de semana a nuestra mascota Pulpi. cada semana el protagonista se lo lleva y al lunes siguiente trae un album de fotos o una cartulina con fotos suyas con la mascota, con la familia... esta muy chulo

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    1. Pues sí que es una buena idea. Se lo diré a las profes de Daniel por si les gusta la actividad para el próximo año.

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