miércoles, 3 de abril de 2013

Después de un triste reencuentro familiar la cálida bienvenida de mis hijos

Un día después de que enterraran a mi abuelo volví a Madrid en tren. Raúl trabajaba el lunes y yo tenía que cuidar a los peques.

Nada más cruzar el umbral de la puerta a eso de las diez de la noche pasadas me llegó la vocecita de mi hijo mayor llamándome. Acudí rauda y veloz a su cama y me recibió con una amplia sonrisa, besos y abrazos. Me pidió que me tumbara con él y accedía, aunque primero tenía que cenar.

El niño me usó de excusa (no le conoceré yo) para saltar de su cama. Al principio con mucho cariño y a la cuarta vez con regañina incluída lo acompañaba de nuevo a su lecho prometiéndole que pronto estaría con él.

No se durmió hasta que no me tumbé a su lado. No pasaron ni diez minutos y ya estaba en el mundo de los sueños.

Al día siguiente se despertó primero el bebé y también me regaló una dulce sonrisa nada más verme. La aparición del mayor fue más dramática porque le había salido sangre de la nariz y se presentó en el salón hecho un cristo. Nada que un poco de agua, toallitas y servilletas no pudieran arreglar.

Desayunamos, les di sus regalitos (un set de cocinita y unas pistolas de vaquero) y fuimos al parque. Los juguetes eran bastante modestos porque no encontré ninguna juguetería abierto y me conformé con lo que me ofrecía el kiosco de prensa, pero a ellos les encantaron. Los llevamos al parque y se entretuvieron mucho.

Daniel hizo gala de un buen hacer increíble. Cada vez que quería algo que tenía su hermano se lo cambiaba por otra cosa. Yo estaba orgullosísima.

Pasamos un dñia de los más agradable, aunque se torció bastante tras la siesta porque Daniel se levantó de un humor de perros y con un acusado espíritu de la contradicción.

14 comentarios:

  1. Ante todo siento mucho la muerte de tu abuelo, nunca es fácil la muerte de un ser querido aunque entiendo que tenía una edad longeva ya.

    Yo no llegué a conocer a ninguno de mis abuelos, murieron cuando mis padres eran peques, así que valoro muchísimo los ratos que Sofía pasa con mis padres o suegros, eso es un tesoro.
    Espero q tus peques tb disfrutaran a su bisabuelo.

    Y gracias por el premio, me lo llevo encantada al blog.

    Da igual si les comprastes algo en las tiendas de todo a 1 euro, juguetería o kiosko... es una maravilla la carita q se les pone con cualquier cosa que les lleves.
    pero sin duda la mejor fue al verte a tí.

    besos y un abrazo

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    1. Yo también valoro mucho la relación de mis hijos con sus abuelos. Es una relación fantástica llena de amor incondicional por ambas partes. Me encanta que adoren a todas sus abuelas y viceversa. Yo adoro a mi abuela y adoraba a mi abuelo.

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  2. Vaya Dácil siento mucho lo de tu abuelo pero siempre tendrás a tus hijos para alegrarte el día y darte todo el cariño.
    Muchos ánimos

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    1. Muchas gracias. Lo cierto es que los hijos no dejan que te pares a pensar y eso es buenísimo.

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  3. Los niños nos alegran bastante el dia, a pesar de que este no haya sido muy bueno, perder a alguien en la muerte es una de los peores sentimientos, pero eres una mujer fuerte...

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    1. Muchas gracias. Estos trances se superan con el paso del tiempo, pero nunca se olvidan

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  4. Lo siento Dácil :(
    Que suerte que tienes a tus dos terosos ;)

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  5. mi pésame por la muerte del abuelo!esos niños siempre te sacan una sonrisa por muy mal que estamos!es increíble!

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    1. Ellos son increíble. Lo que má me sorprendió fue que me notara que estaba mal y me mimara. ¡No es propio de él!

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  6. Hola guapa.

    Siento mucho la pérdida de tu abuelo, al menos te queda la alegría de que ha podido conocer a tus tesoritos...eso me pasa con mi abuela (aún vive) pero me decidí a ser madre en parte porque quería que conociera a sus bisnietos.

    Hace muchísimo que no me pasaba por aquí y me he sorprendido al ver lo grandes que están tus peques...y que guapos!!!

    Un beso para todos.

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    1. Muchas gracias por el pésame.

      Es que estos chiquitines crecen por días. Tampoco hace tanto que nació Iván ¿verdad?

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  7. Qué monos... Ya sabía yo que ellos te iban a animar en estos momentos. Un besote.

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