lunes, 3 de noviembre de 2014

Terrorífica noche en Covarrubias

Este año Raúl y yo decidimos llevar a los niños al pueblo para dar una vuelta nocturna en busca de espíritus de fiesta en la noche de Halloween. Nos pareció que las calles de Covarrubias iban a dar más juego que las de Madrid. Para empezar podemos dejar a los peques más a su aire con toda tranquilidad.

Llegamos cargados de linternas, niños zombies y ganas de divertirnos, pero no nos esperábamos lo que nos encontramos allí: ¡Un Halloween en toda regla! Una multitud de niños disfrazados recorrían las casas al grito de truco a trato. Mis hijos aprendieron muy rápido cómo conseguir las ansiadas chuches que enarbolaban desde portales y comercios. En seguida se adaptaron a la fiesta de los no muertos y se llenaron los bolsillos de huesos y dedos de gominolas, caramelos de murciélago, chocolates, chupachups escalofriantes...

Al pasar por la pastelería a por más botín, aproveché para adquirir unos huesos de santo, rellenos de yema unos y de chocolate otro, que tenían una pinta deliciosa. Iba a ser un fin de semana muy dulce.

En nuestro recorrido encontramos esqueletos, brujas, monstruos, zombis, murciélagos, etc Todos riendo y cantando. Una bruja adulta le dio un buen susto a Iván a su pesar, pero todo se arregló cuando le sugirieron al pequeño que le diera la vuelta a la tortilla y fuera él quien asustara a la amable brujita. Se envalentonó y se echó a correr agitando la chaqueta a modo murciélago asustando a todo el que se nos cruzaba por el camino.

También pasamos por la biblioteca, ubicada en un arco precioso y totalmente adornada para la ocasión con lámparas calabazas, telas de araña, arañas... Después de recoger su premios bajo amenaza de "Trato o truco", los peques se empeñaron en que les leyéramos un cuento. Elegimos uno que nos pareció que pegaba mucho con la ocasión: Corre corre, calabaza. ¡Les encanta! después de ese vino otro y otro y otro... Hasta que decidimos dar por terminada la sesión de lectura para llegar en hora a la cena, que ya se nos estaba haciendo tarde.

Pensamos que, tras devorar muchas de las chuches recaudadas, que comieran algo en la cena iba a ser misión imposible, pero nos sorprendieron dando buena cuenta del repollo y las croquetas. Tampoco perdonaron los huesos de santos, que estaban de miedo.

Después de tantas emociones dulces y terroríficas cayeron dormidos en cuanto tocaron sus camitas.


8 comentarios:

  1. q bien! q miedo! huuuu nos alegramos mucho de q hayáis disfrutado del dulce terror: Halloween :)

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    1. Nada que ver con vuestro maratón del terror jajaja

      Nos apuntamos Terrorfrías para el próximo año. Muchas gracias!!

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    2. De nada, estamos en contacto y si os animáis... seguramente nos veamos por allí :)

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  2. Visto así, la verdad es que me da hasta pena que no se celebrara Halloween cuando éramos peques... Un besote!!!

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  3. No veas, menuda jornada más emocionante! Por aquí todavía no se ve mucho esto de ir casa por casa, pero todo llegaré, jejejeje...
    Muas!

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    1. Ni en Madrid tampoco. Y yo pensaba que en Cova tampoco habría nada, pero mira tú que sorpresa jajaja

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