martes, 23 de enero de 2018

¡Mi vida es un asco!

¡Vaya! Me han salido existencialistas. Y paranoicos. Por lo menos esa es la etapa en la que estamos inmersos ahora mismo hasta las cejas. Y los dos a la vez. Yujuuu.

Por qué hay que ir al cole, por qué las cosas son así, por qué todo lo bueno es malo, por quéeeeee. ¡Cómo si yo hubiera puestos las reglas! Cómo si yo hubiera decidido que el chocolate muy de vez en cuando y la verdura todos los días. Cómo si yo eligiera el contenido del temario escolar. Como si yo pudiera controlar el tiempo.

Pues no, no lo hago, pero soy la que tiene que cuidar que se cumplan y darles todas las explicaciones del mundo. Por supuesto, insatisfactorias aún antes de que abra la boca. Lo veo en sus expresiones, en sus miradas, en sus rictus inconformistas.

Pero eso no es todo, además todos hemos sido puestos en ese mundo para fastidiarlos. Su madre la primera. La de empeño que pongo en hacer su vida imposible vigilando que no se les llenen los dientes de caries, que no cojan frío y que se les meta en sus duras cabezotas que no viven solos en el mundo. ¡Malísima que soy! Malissssisisisisisima.

Y ahora meten en el saco a todo el mundo: profes, familiares, amigos... Todos están en su contra. Sobre todo desde el punto de vista del mayor. Los profesores, déspotas; los amigos, traidores; los familiares, poco serviciales...

Por lo visto, el resto de niños que conocen viven en el mundo superguay de la piruleta en el que comen chuches a dos carrillos, juegan a videojuegos a sus anchas, no tienen tiempo límite para ver la tele y youtube... Jauja. Que pena que me cueste creerlo.

Y claro. El problema de todo esto es que no confío en mis hijos. ¡No creo en sus palabras ni en sus ojitos llenos de lágrimas! Cómo puedo ser tan malvada. "¡Joder mami!, cómo puedes asegurar que yo digo palabrotas cuando te estoy diciendo que no es así", "Cómo puedes sospechar que yo me he comido ese chocolate, mis morros sucios son sólo una prueba circunstancial". Cómo puedo ser taaaan desconfiada, me pregunto.

Tampoco lucho sus batallas. Como oso obligarles a solucionar sus propios problemas domésticos. Que se enfadan con su amigo, pues en su lógica infantil tengo que ser yo la que hable con la madre del susodicho; que la maestra les castiga, de nuevo piensan que tengo que luchar yo contra esa injusticia y no volverme contra ellos ("¿Vas a creer antes de mi profe que a mí?" "¿De verdad quieres que responda a eso?"); que su hermano no le presta el juguete, pues que mami se convierta en Salomón. Una que vale pa tó.

El otro día les compré una cosita en un todo a cien y ambos me aseguraron muy felices que era la mejor madre del mundo. "Disfrutaré de estos cinco segundos de gloria antes de volver a convertirme en el ogro" les contesté. Enseguida protestaron "jo, mamá, cómo te pasas. Con lo que te queremos, aunque digamos que eres mala". Aprenden deprisa los muy bribones. "¿Es que no os dais cuenta que me decís que soy buena cuando me ablando y dejo que hagáis cosas que os afectan negativamente y, en cambio, os cuido bien cuando me tachais de mala madre?" Parecía que Iván iba a decir algo, pero su hermano mayor, que es mucho más avispado, le puso una mano en el hombro y finalmente fue él el que pronunció las siguientes palabras: "Claro que sí, mami. ¿Te has fijado en lo chulo que es el mío?"

9 comentarios:

  1. Es que claro, tú no entiendes esa vida tan difícil que tienen. Que poco asertiva eres. Y eso que ya fuiste niña antes. No como ahora, que tu vida es super sencilla jajaj
    Eso deben de pensar...

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    1. Asertiva no, empática jajaj

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    2. Uy eso es lo que les pierde, que antes de cura fui monaguillo muahahahahaha
      Me sé muchos de sus trucos
      Y es difícil ser empática cuando el lloro es fingido (Sí, lo sé. No tengo corazón) ;)

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  2. Ayyyyy Dácil.
    Y aún no son adolescentes.
    Qué miedo!
    Ánimo.

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  3. Ays, estos niños
    que complicado todo eh
    saludos

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    1. Son tremendos!! Tengo que llenar el depósito de paciencia a tope, aunque ellos dicen lo mismo de mi jajaja
      No creas que se cortan un pelo

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  4. jajaja más listos que el hambre, a mi de momento no me dice que soy malo, pero dale tiempo jejeje

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    1. No veo yo a cangrejito con esta actitud. Aparenta ser más cabal ;)

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