viernes, 16 de marzo de 2018

A Silent Voice

¿Recuerdas cuando eras niño que todo cobraba una importancia tremenda? Yo era incapaz de relativizar nada en esa época. Y la cosa se extremó cuando entré de lleno en la adolescencia. ¿Por qué no encontraba mi lugar? ¿Por qué las cosas nunca salían como las había pensado? ¿Hay vida después de una experiencia vergonzosa? ¿Hay explicación para los actos crueles de los niños y adolescentes? La inconsciencia y ser inconsecuentes es un arma de doble filo. Son edades en las que el sentido común y el término medio aún no ha aparecido en nuestras vidas.

¿Alguna vez pensasteis en suicidaros durante esos años? Yo sí, pero no lo pensé en serio. Más bien eran ideas nacidas de la rabia y las ansias de venganza contra mi pobre madre o padre por haberme "ultrajado" de una y otra manera. Claro que ellos ni se inmutaban ante las desproporcionadas reacciones de sus hijos adolescentes. Ellos sabían perfectamente que a mí había que dejarme en mi mundo y ya se me pasaría. "Si yo no estuviera se arrepentirían de haberme hablado así, o de haberme hecho sentir insignificante o de... Yo que sé. Tampoco tengo recuerdos tan nítidos de aquella época.

¿Alguna vez corrí el riesgo de incrementar esas estadísticas fatales que dan cara a los suicidios juveniles? Pues puedo asegurar sin equivocarme un ápice que nunca jamás en la vida. Siempre he disfrutado demasiado de las pequeñas cosas. Hasta el roce del aire cuando estoy sentada en una terraza de verano me hace feliz. Así que no había peligro de que cayera en una depresión infantil o juvenil. Así de rápido me desgarraba la vestiduras y me sentía la más desgraciada criatura del planeta, como que me sentía la más afortunada por la cosa más tonta ("Ooooh, ¡mamá me ha dado una onza de chocolate de más! Mmmm, voy a disfrutarla despacito mmmm"). También era una de esas (todos o casi todos creo yo) que no se aceptaba como era. Demasiado tímida, demasiado gorda, demasiado tonta... Jolín qué duro nos juzgamos a esas edades (Y a todas las edades, añadiría). Pero contaba con la baza de tener un rico, riquísimo mundo interior, que hacía que muchas veces me importara tres pepinos el exterior y todos los que allí habitaban. Lo que ayuda tener tanta imaginación y refugiarse en los libros. Ojalá todos los niños contaran con ese recurso.

Lo cierto es que en definitiva, tuve una infancia y adolescencia feliz.

Y todo este rollo venía porque he visto una película que me ha impactado y emocionado profundamente, A Silent Voice. Una que habla de esos adolescentes a los que sí les toca la depresión de cerca, que no pueden aceptarse como son porque la misma sociedad no les acepta: discriminados y abandonados por sus limitaciones de adaptación, ya sea por una discapacidad, un trauma o inseguridad en si mismos.

En esta peli se refleja perfectamente una situación de bullying de un niño travieso e inconsciente hacia una chica sorda de su misma clase. Se habla de la desidia y poco control del sistema y el personal de la escuela para remediar la situación. La cosa se descontrola y el protagonista se ve castigado por sus compañeros con el mismo trato que le daba a su compañera discapacitada. Los mismos compañeros que antes le secundaban, animaban, se reían de sus gracias o miraban para otro lado, pero que tampoco hicieron nada por solucionar el problema. Las consecuencias en la personalidad de este niño en el devenir de los años al convertirse en un adolescente son enormes y dramáticas. La culpa por todos los problemas y pena que ha causado a su madre y la niña desemboca en el miedo a relacionarse y a vivir.

Por otro lado, la película cuenta los sentimientos más profundos de la niña discapacitada que no encuentra su lugar en el mundo y se ve como una molestia y una carga para todo el mundo: sus compañeros, su madre, su hermana... Más aún, si ella no existiera la gente que le rodea no sería tan desgraciada. ¿Es ella la causante de todos los problemas?

En segundo lugar se presentan una serie de personajes muy bien definidos: la madre del abusón, la de la acosada, los compañeros de primaria y los de secundaria, la hermana de la joven sorda... unos mejor retratados que otros, pero que forman el marco que da todo el sentido a la historia.

El protagonista encontrará un objetivo para seguir viviendo: hacer feliz a la persona a la que le destrozó la vida, ¿pero puede esta chica vivir con esa responsabilidad a sus espaldas? Será la redención del abusador de primaria o su desgracia. La clave está primero en aceptarse a uno mismo para poder aceptar a los demás con sus defectos y virtudes.

Todas las respuestas están en esta película que pone la piel de gallina y emociona a cada segundo. Aunque si se quiere profundizar más en todos los temas que toca es muy aconsejable leer el manga, que consta sólo de siete tomos y que es mucho más completa que su adaptación a la gran pantalla por motivos obvios. Yo la recomiendo sin dudarlo y pienso que es una película imprescindible para visionar en institutos y tratar estos temas emocionales tan espinosos en las aulas.

4 comentarios:

  1. Pues me la apunto. No sé si para mí pero sé de alguien a quien le va a venir bien. Besotes!!

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    1. Espero que le guste. Si es así que se lea el manga, que también mola muchísimo

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  2. Yo no suelo ver películas manga o como se quiera llamar (perdón por la ignorancia). Pero esta pienso apuntármela.
    La verdad es que es un tema que preocupa mucho hoy en día y no es para menos.
    Nathan tiene 11 años y se sabe que a esas edades ya van haciendo grupitos y se van haciendo crueles.
    A veces creo que es más por el hecho de encajar entre ellos, de que alguno sea el macho alfa que no por fastidiar a otro, pero claro, eso no les exime del daño que hacen.
    En el colegio de Nathan tienen un protocol a seguir en estos casos, pero evidentemente las pequeñas cosas contadas en susurros o los grupitos en las esquinas son difíciles de acallar.

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    1. Buuuf yo veo esos patrones desde mucho antes. La de cosas que pasarán en el cole y ni nos imaginamos. Por muchos protocolos que haya a veces la realidad supera a las personas. Para mí es muy importante enseñar a mis hijos a respetar y que todo acto tiene su consecuencia, pero me está costando, no creas. Ellos son demasiado pequeños para ver esta peli, pero en cuanto puedan entenderla mejor se las pondré.

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