miércoles, 28 de junio de 2017

El accidente en el río de Iván

El viernes, nada más llegar, nos fuimos de cabeza al río. No hacía un calor asfixiante, pero tras el éxito del finde pasado los peques estaban deseando volver. Así que allá nos encaminamos más felices que perdices.

Lo estábamos pasando genial. Los chiquillos jugando con su padre en el río y yo disfrutando de uno rato de tranquilidad tras una inmersión agradable y cortita. De repente vi como Raúl me hacía señas. Iván se había cansado de bañarse y quería que le llevara a la orilla de la manita. Muy propio de un niño mimoso de cinco años.

Fui a por él y pretendía llevármelo a la orilla cuando vio que su padre se alejaba con su hermano río arriba en una barquita hinchable. "Joooo. Yo también quería", se quejó el peque. ¡Que raro! En fin. Para no disgustarle, le propuse vadear el río por la orilla y hacer señas a su padre para que le recogiera más adelante.

En un punto de la orilla hay una cuerda atada a la rama de un árbol para que los más valientes se tiren al agua cogiendo impulso. Ahí descubrió Iván la escalera. "¡Mira mami!" desde aquí puedo bajar al agua. Dicho y hecho. Con tan mala suerte que al bajar se hizo una raja en la pierna bastante considerable. Cuando me acerqué a sacar al lloroso niño me di cuenta de que la escalera estaba totalmente oxidada.

Más blanca que un papel corrí al bar que hay en la "playa" del piélago para pedir alcohol, agua oxigenada o hielo para cortar la hemorragia. pero cual no fue mi sorpresa cuando la camarera me aseguró, casi sin mirarme, que ni tenía botiquín ni me podían ayudar en nada.

Más asusta que indignada (que lo estaba y mucho). Metí al peque al río para ver si dejaba de sangrar la herida. Un poco logramos parar la hemorragia, pero no del todo. Como el padre no se enteraba ni del No Do allá por la otra punta del río. Decidí marcharme corriendo con Iván a casa para ponerle agua Oxigenada a litros. Le pedí a unas niñas muy amables que avisaran a mi marido de lo qie había pasado y corrí hasta la casa.

Allí la abuela de Raúl le limpió muy bien la herida al chiquillo. Cosa que le agradezco porque yo ya estaba como un flan. Se ofreció a ponerle crema y vendarla para que cerrara bien, pero yo preferí acudir a la Farmacia del pueblo a por consejo. Y que no hay centro de salud.

Cuando llegué la farmacéutica nos dijo que echarle agua oxigenada es lo mejor que se puede hacer en un primer momento, pero que ahora el tema era llevarle a urgencias a un pueblo cercano. La verdad es que nos trató con muchísima amabilidad. nada que ver con la chica sin una gota de empatía del bar. Debe ser que el botiquín es como el baño: sólo para clientes.

Dejé al peque al cuida de su bisabuela y corrí a por el padre. No lo creeréis, pero cuando llegaba al río justo estaba saliendo del agua el pater. Daniel y él se habían pegado todo ese tiempo navegando tranquilamente. Nada más asomar yo la nariz vi como las niñas le estaban informando de la situación. ¡Que majas!

Raúl se dio la vuelta para irse corriendo a casa y justo me vio. Le puse en antecedentes por el camino. Daniel se ponía blanco por momentos. "¿Pero está bien? ¿Pero le duele mucho? ¿Pero la herida es superextramegahorribleeeee? ¡¡¡Yo no quiero verla!!!".

Ahora al que dejamos en manos de la bisabuela fue al mayor y nos fuimos volando a urgencias de Lerma porque ya se nos hacía tarde y no sabíamos si era 24 horas o si cerraba a alguna hora. Nos atendieron enseguida. La médico y la enfermera fueron encantadoras y el niño no pasó miedo en ningún momento. Al contrario, se ganaron totalmente su confianza. Y eso que iba con mucha desconfianza por lo que le pudieran hacer.

Le hicieron una cura en profundidad, le pusieron una cosa para desinfectar, le vendaron, le mandaron antibiótico y nos mandaron a casa con a recomendación de que le viera su médico de regreso a Madrid.

Por supuesto, al peque se le acabó el río para todo el finde porque la venda no se podía sumergir.

El lunes fuimos a la consulta y la cosa no fue nada bien para el peque. La enfermera le trató con todo el mimo del mundo, pero nadie le quitó el dolor del tirón de los esparadrapo y el pinchazo de la vacuna antitetánica que le tocaba a los seis años y que adelantó tres meses por si acaso. Al día siguiente le tocó otra cura y ahora se la vamos limpiando nosotros desde casa. Hasta la próxima semana no se podrá dar un chapuzón, pero lo más importante es que no se le infectado en un primer momento y no parece que el óxido le haya afectado internamente.

¡Menos mal! Vaya susto. En cuanto pillemos el Ayuntamiento de Covarrubias abierto iremos a avisar de que existe ese peligro en el río.

16 comentarios:

  1. Ains, menos mal que se quedó en un susto!!!!!
    UN besito!

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    1. Pues sí, porque cuando vi la escalera me quedé blanca. Vaya tela! Pero ya sabía yo que en el centro de salud le iban a curar estupendamente :D

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  2. Que susto! que bien que él está bien y no ha pasado a mayores..
    Que bronca lo del botiquín de primeros auxilios que no te facilitaron.. mala onda la de esa chica! y bue..
    beso

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    1. Ay sí! Al final es lo más importante.
      Lo del bar me sorprendió por la poca calidad humana que mostró la chica, pero bueno. Allá ella.
      Muchas gracias!! Besos

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  3. Ufff, qué mal rato... Ahora seguro que está tan campante. Haces bien en comunicarlo al Ayuntamiento para que tomen cartas en el asunto. En cuanto a la tía borde... en fin, de todo tiene que haber. Y si tenía razón en que no tenían botiquín, sería para denunciarlos a la Inspección de Trabajo. Es obligatorio por Real Decreto. Besotes!!!

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    1. Eso mismo pensé yo. Que no era legal, pero bueno. Tampoco me quiero meter en esos jardines.
      Lo importante es que el peque está bien y que tenemos que avisar al Ayuntamiento porque es un peligro.
      Cómo conoces a Iván. Está como si nada, aunque al final la vacuna le hizo reacción y le puso el brazo rojo, caliente e hinchado al pobre. Nada que un poco de frío no solucionase ;)
      Besos!!

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  4. Menudo susto!!
    Y qué auténtico Daniel sufriendo por su brother.
    Aix, así nos ganamos las canas!
    Muas!

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    1. Yo no sé si sufría por el hermano o por él que le daba dentera jajaja Peor el caso es que sufra, que sufra y se preocupe por su hermanito ;)
      Ya ves si nos ganamos las canas con estos terremotos. Madre mía!!
      Muacs!!

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  5. buff, vaya papelón. Menos mal que al final quedó en un susto y que parece que se está recuperando bien. Además, el tiempo le está siendo propicio porque con las bajadas de temperaturas no creo que esta semana haya echado de menos la piscina

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    1. Lo de la bajada de temperaturas nos ha venido de miedo. Así no pasa ganas el pobre. Casi parece hecho a posta jajaja
      La próxima semana, que ya está curado, vuelven a subir.
      Muchas gracias tiempo!!!

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    1. Muchas gracias!!! Ya hoy termina el tratamiento de antobiótico y ayer la herida la tenía muy bien. Estos peques siempre están con accidentes y golpes. Pobrecillos

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  7. ¡vaya susto!!!!!!!!!!!!! pobrecillo :(
    bueno ahora está bien que es lo importante, quedará en una aventura que contar del verano con final feliz. un beso

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    1. Ahora ya está muy bien. Sólo tiene la heridota con la costra :D
      Todavía no me he atrevido a llevarle a la piscina, pero sí que hemos estado en los chorros para que se refresquen :D

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  8. Jolín Dácil, qué miedo y qué mal por parte del bar y de esa escalera. Estos accidentes con los peques pueden pasar cuando menos te lo esperes, pero en vacaciones para mí son doblemente peor. Fue un valienye y sí, avisa al ayuntamiento porque es un peligro. una cosa, ¿el bar no está olbligado a tener botiquín?7

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    1. Yo creo que sí que está obligado, pero a lo mejor sólo lo tenían para clientes y no quisieron ayudarme. Yo que sé. El caso es que ni un poco de hielo que me dieron para que la herida dejara de sangrar. Que poca calidad humana. No?
      Tenemos que avisar al Ayuntamiento, pero ni tiempo hemos tenido porque sólo abre entre semana y nosotros estamos yendo los fines de semana.
      Muchas gracias guapa!!

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