martes, 15 de marzo de 2022

Portales Errantes de ReaDuck

Cuando Paloma, de Refuerzo Divertido, me habló de un sistema de rol familiar nuevo los ojos me hicieron chiribitas y me faltó muy poco para ponerme a cantar "tell me more, tell me more". Me contó muy poco más sobre "Portales errantes", escrito por Mario Díaz (Mariusland), porque prefería que juzgara por mí misma. No dudé en apuntarme con los niños, aunque al final fui sólo con Iván porque el mayor ya sabéis que está para cogerlo con pinzas en plan "tengo que disimular que me lo estoy pasando bien para reafirmar mi rebeldía adolescente".

El caso es que, encima, la máster era la propia Paloma y eso ya convence a cualquiera (menos al adolescente tocanarices, of course. Antes muerto que sencillo). Así que nos presentamos el más peque y yo, a la hora convenida, para conocer más sobre el nuevo sistema familiar que va a publicar ReaDuck próximamente. 


Nuestros compañeros de aventuras fueron unos gemelos muy pizpiretos y su padre. Que risas nos echamos con ellos. Los peques tenían un don natural para el rol. No dudaron ni un segundo; tenían muy claro lo que querían conseguir y cómo hacerlo; y sus salidas eran geniales. No parecía que fuera su primera partida al rol. Sospecho que no será la última.

No tardamos nada en elegir a nuestros personajes, Iván un gatio, gato humanoide con garras muy afiladas, y yo un enraizado, un ser vegetal sin cara que lleva una máscara para integrarse en la sociedad. El resto de los compañeros llevaban dos seres mitad lagartos y otro mitad insecto. Cada uno tenía un lema que debían seguir en la medida de los posible (me gustó mucho que los personajes tengan este tipo de alineación). Por ejemplo, el lema de Iván era "Vivamos y que pase lo que tenga que pasar". El mío, "Siempre ayudo a los demás". Y la verdad, he de decir, que ambos lo cumplimos a rajatabla.

La ficha de personajes es muy fácil de entender, aún con todos los elementos de los que consta. A mí me ha parecido un paso más allá muy bien hecho, ya que los niños la manejaban con soltura, pero no quedaba reducida a la mínima expresión como en otros juegos de rol infantiles. Las tiradas se basaban en lo que tuviéramos cada uno en Encanto, Fuerza, Maña y Mente. Molaba ver como los niños pensaban y pensaban para usar la característica que más les conveniera.

Además, cada uno teníamos nuestras características propias. Yo estaba encantada con mis luciérnagas amigas, aunque no tuve ocasión de usarlas e Iván con su capacidad de aguantar la respiración cinco turnos. ¡Hay que ver cómo buceaba! Sería un Gatio, pero le encantaba el agua.

Iván se quedó con las ganas de explotar la ficha de personaje al máximo, pero Paloma había simplificado un poco para adaptarla a todo tipo de públicos. Lógico y además el juego lo admite a la perfección. El peque me dijo que pensaba que no habíamos aprovechado bien todas las posibilidades de cada personaje durante la partida, pero se conformó cuando alegué que habíamos tenido compañeros de aventuras de corta edad y había que adaptarse.

La aventura en sí comenzaba con una escena relajante en un lago, al que hemos ido a pasar el día y, de repente, todo se empieza liar y acabamos inmersos en un enfrentamiento por preservar la diversidad de las razas. Cada uno intenta resolver el problema a su manera, pero intentando ayudar a sus compis. Excepto Fetuchini, el Gatio, que iba más a su bola y acabó asesinando a un inocente en un ataque de rencor, pero, claro, con su lema tampoco nos sorprendió mucho. Por petición de la máster, rebajó el nivel de gore de su relato sobre el ataque a la pobre víctima.

A mí, personalmente me gustó mucho la mecánica de los tres puntos de ánimo que podemos usar para dar un dado más a un compañero o, si gastamos los tres a la vez, para convencer al máster y hacer un cambio importante. A Iván, por su parte, le encantó el tema de poder dar un punto de ánimo para describir un objeto acorde con el lugar en el que estemos y poder equipártelo. Cómo no, se hizo con una espada decorativa de la que no tardó en hacer uso. Yo gasté un punto en una planta que cuando rompes una hoja libera gases adormecedores, pero no me hizo falta usarla porque mis compañeros lograron reducir a los malos con ingeniosas tretas. 

A la fiera le costaba soltar sus puntos y no nos animó ni una sola vez. De hecho, preguntó si podía desanimar y quitar un dado a sus compañeros para conseguir otro punto de ánimo para su beneficios personal. ¡En verdad que bordó el personaje del gato egoísta e interesado! Al autor del juego, que estaba viéndonos jugar, le hizo gracia la sugerencia y le dijo que se la apuntaba muerto de risa.

Lo que nos llamó a todos muchísimo la atención fue el dado esférico, un detalle muy cachondo. Sólo si sacabas un uno en ese dado se consideraba pifia, si lo sacabas en los cúbicos no te salías con la tuya, pero tampoco se cebaban contigo. Y sí, uno de nosotros pifió y acabó con una gran chichón en la cabeza. Menos mal que teníamos a Escaramucha (mitad mariposa, mitad escarabajo), experta en medicina,  para curarnos.

Otro detalle muy chulo que flipó a los niños es que cada personaje cuenta con un riafu, unos bichillos muy graciosos que salen de nuestros cuerpos y nos prestan un poder. Por ejemplo, el mío salía de mi corazón y era capaz de alterar emociones. Y el de Iván salía de una de sus patas y podía construir muros de tierra de la nada. Cada jugador elige a su riafu y la forma como sale de su cuerpo, aunque hay algunos que sólo admiten un tipo de personaje.

Otro aspecto que nos encantó es que los jugadores participan activamente en la parte narrativa describiendo lo que les rodea y cómo interactúan con ello en relación a los acontecimientos que estén viviendo.

En resumen, nos ha parecido un sistema muy interesante y atractivo; con personajes originales y a los que se puede sacar mucha chicha y unas mecánicas que enriquecen la aventura sin entorpecerla en absoluto.

Ambas familias nos levantamos de la mesa encantadas con la aventura que acabábamos de vivir.

10 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por asistir y por este pedazo de post con este feedback tan valioso!!! <3<3<3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti!!!! Menudas aventuras flipantes montas. Eres una máster muy muy muy top <3 <3 <3

      Eliminar
  2. Muchísimas gracias, por este completo post ☺️☺️, eres maravillosa Dácil, Mario esta contento de esta acogida ☺️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un placer. Lo pasamos genial jugando a Portales Errantes. Mario tiene motivos de sobra para estar muy orgulloso del juego que ha creado. Estamos deseando verlo publicado :)

      Eliminar
  3. Leyendo este post y conociendo a Mario estoy deseando verlo publicado. Para cuando en Sevilla?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también estoy deseando verlo publicado. Ojalá que esté pronto disponible en todos lados :)

      Eliminar
  4. Qué bárbara, este post es oro molido. Muchas gracias por el análisis, que viniendo de gente experimentada y andada como vosotros es todo un regalo.
    Paloma cómo máster es apuesta segura, además ha digerido los portales errantes hasta hacerlo suyo y te puedo asegurar que sus testeos y aportaciones se verán reflejados en el juego final. Aún estamos en la fase final de testeo así que habrá que tener un poquito de paciencia para ver el manual ( se hace esperar como los buenos vinos ��), de momento amenazo con ir visitando todas las jornadas que pueda para seguir probando cosas y reencontrando a peña bonita ����

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cumple tu amenaza! Jajajaja
      Espero verte en las TdN y apuntarme a la partida de Portales Errantes que organicéis allí <3

      Eliminar
  5. Por cierto, ése dado esférico tan molón fue idea de @Goznar y ha surgido durante el testeo de Paloma (Refuerzo Divertido)...es el "dado errante"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Goznar tiene unas ideas geniales. Recuerdo la partida que hicimos con su sistema de monedas para decidir la suerte de los Pjs. Moló mucho! Tiene una creatividad que le sale por las orejas

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.