jueves, 2 de agosto de 2012

Parques y sorpresas

Estos niños se levantan muy temprano. A veces ni siquiera dan las siete y ya están en danza. Así que los días son muy largos. A las ocho y media o antes ya estamos rumbo a un parque. Varío para que no se cansen. Se lo pasan genial en los columpios, con los cubos y las palas, con los coches...

Y siempre nos topamos con alguna diversión sorpresa. El primer día de vacaciones Daniel se empeñó en ver de cerca un camión de "Parques y jardines". Era enorme. Hasta tenía grúa. Íbamos rodeándolo mientras yo le explicaba cosas desde mis casi inexistentes conocimientos de mecánica. "Esto de aquí es el tanque de gasolina. Y esto debe ser el motor... O no. ¡Mira que gancho más grande! ¿Te has fijado?" Mi chiquitín estaba cada vez más emocionado y no paraba de repetir que quería subirse, así que el operario acabó por oirlo y le dio el gusto, "¡Mira mamá! Estoy condujendo el camión" me decía mientras giraba el volante como un loco. Al poco el funcionario nos dijo que se tenía que ir, así que bajé al niños y vimos como se alejaba la mole con ruedas. Mi hijo ya estuvo feliz para todo el día.

En otra ocasión encontramos aparcada en la calle una grúa chiquitita. Mi chico mayor se empeñó en subirse también al vehículo. Hice la locura y lo aupé hasta la plataforma trasera, que estaba muy bajita. Daniel lo miró todo con curiosidad agarrado con fuerza por mí. Incluso cogió el gancho pequeñito y lo apretó contra su pecho con emoción. A mí me estaban entrando unos nervios desorbitados. Me imaginaba que llegaba el conductor y me reñía por las confianzas. ¡Y con razón! A duras penas logré bajarlo de allí. Se había puesto negro como el carbón, así que tuvimos que hacer una parada técnica en unos de los baños del centro comercial para adecentarlo.

Si no es un taller de coches, es la zona de carga y descarga, y si no la entrada de un garaje. A este chico todo lo llama la atención y pide que se lo expliques.

Después del parque le llevo a veces a unos coches de monedas para que juegue (pero sin echar las monedas, que hay que ahorrar) y otras veces, le levo a una pequeña ludoteca que tiene el centro comercial. Por las mañanas está cerrada, pero algún cazurro ha debido romper la pequeña puerta de cristal porque la han quitado. Nos colamos en su interior para jugar con la cocinita, con el juego pintado en el suelo de enredados (tienen una ruleta en la pared con los colores y los pies y las manos), al tres en raya hecho con ruedas... Los juguetes los tienen en un armario bajo llave, así que saco los cubos y las palas para que le sirvan de ollas y sartenes. La capucha del biberón es un vaso y suele hacerme imaginario café en él. Cualquier día nos llaman la atención, pero en realidad no hacemos nada malo. Respetamos el entorno y ellos ni siquiera han puesto una cinta para que la gente no pase.

Después de toda esa diversión suelo mirar el reloj y las manecillas no marcan más allá de las diez y media. Hora de ir a la compra. Vamos todos los días porque con los dos peques y el carro no puedo cargar, así que voy comprando de poco en poco. A Daniel le encanta ayudarme a pasar los alimentos por la máquina de cóbrate tu mismo.

Después de tanta actividad llega el momento de ir a casa, hacer la comida, darles de comer, acostarlos a la siesta... Y con un poco de suerte dormir un poquito yo también. No es fácil, porque cuando uno no quiere dormir, el otro se despierta, quiere agua, o el chupete... En fin, lo típico.

Las tardes son lo mejor, porque papá tiene la jornada continua y está en casa.

7 comentarios:

  1. ¡Madre mía! La de cosas que os han pasado en estos días que he estado despistada del mundo virtual. Veo que siguen tan guapos como siempre y que estáis bien, a pesar del sustillo que os dio Daniel con la flema. Lo del trabajo me ha gustado menos.

    Muchos besos, Dácil.

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  2. Ah, pero ¿hay parques a esas horas? Jajajaja. Besotes!!!

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  3. Lo bueno de ir al parque a esas horas es que no te achicharras de calor y que tenéis los columpios para vosotros solos!

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  4. Mayte, no veas cómo me está cambiando la vida. Espero que para mejor...

    Mi Alter Ego, es la mejor hora: tranquilidad, fresquito, los columpios para nosotros solos...

    Sharmi, de otra manera no podríamos ir al parque porque a las ocho y media sigo metiéndolos en la cama jaja

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  5. Madremia si haceis cositas!!! No se quejaran tus hijos de estar aburridos :) Besitos, disfruta de las tardes con el papa en casa.

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  6. Madre mia menos mal que tienes muchos recursos y muchos parques diferentes, no sé como lo hacen en lugares donde apenas los hay (que los conozco).
    Paciencia ;)

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  7. aiii pero a esa hora estan puestas las calles jajajaja,chiquilla a ver si estos dos os dejan dormir un diita hasta las 10 :-)

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