sábado, 1 de febrero de 2014

La clase de Yoga

Una tarde, Daniel y sus amiguitos salieron revolucionados de clase porque habían hecho yoga ¡y les había encantado! Había que verles en la postura del árbol.

Como a una le gusta fardar delante de los niños (es un público de lo más agradecido), les solté que yo de eso algo sabía (poco, muy poco) y me senté en el duro suelo para fardar de postura del Loto. Para el que no sepa en qué consiste diré que te sientas con las piernas cruzadas, pero los pies deben quedar por encima de los muslos y no por debajo, como es lo normal.

El caso es que, cuando yo era una lozana veinteañera podía pasarme el tiempo que quisiera en esa postura, pero mucho me temo que la treintena (larga) está pasando factura a mi flexibilidad. ¿Lo conseguí? Siiii, pero ¡a qué precio! Dos segundos de postura del Loto y toda la tarde cojeando por un tirón inoportuno.

Pero lo importante es que coló y todos los niños me miraron con admiración jajaja. Reto conseguido. Y desde entonces mi hijo me pone ojos de Bambi para que le dé una clase de Yoga. Me pareció una fantástica idea para mantenerlos activos un día de mal tiempo y no pegados a la tele. Así que me sumergí en internet para ver que ejercicios podrían ser más adecuados para los niños. Y vi un artículo muy interesante en el que proponían contar un cuento de animales mientras se adoptaban las posturas de los mismos.

Les propuse a los peques que me dijeran animales y yo les mostraba la postura. Lo cierto es que del Yoga, lo poco que sabía, ya se me ha olvidado, así me las inventaba un poco. Me sorprendieron las ganas de participar de Iván. Me imitaba muy serio con los ojitos fijos en mí. Del yoga pasamos el juego puro y duro. Imaginamos que ellos eran animales de la Granja de los Cuentos y yo su cuidadora, nos enrollamos en la manta que puse en el suelo para que estuvieran más cómodos, bailamos de las maneras más locas que se nos ocurrían sobre la marcha y acabamos la sesión con una auténtica carrera de ranas.

Los peques acabaron agotados y una servidora destrozada y llena de agujetas. ¡Qué duro es esto de hacer ejercicio!

11 comentarios:

  1. Cuando era monitora de tiempo libre, hice un taller de yoga en un campamento. Fue un éxito, 50 niños tranquilos haciendo posturas de animales, genial!!
    Es algo que les encanta, y les tienes entretenidos un ratito.

    Besos.

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    1. Controlar a cincuenta niños me parece algo increíble!!! Te acabo de subir en una altar.

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  2. Es admirable que siempre tengas tantas ideas para jugar con los peques, menuda suerte tienen contigo :)

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    1. Bueno, en realidad esta idea la tuvo Daniel y yo le seguí el juego e incluí a su hermano. Y si me vieras gritándoles como un gremlin cuando pierdo la paciencia me temo que pensarías que tiene tanta suerte :S

      Pero no te preocupes. Aparentemente, a la única que afectan estos estallidos de ira incontrolada es a mí, porque ellos me miran con cara de resignación como pensando: "Otra vez la pesada de mi madre dando gritos"...

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  3. Una vez sola intenté hacer eso de la flor de loto y por poco me descalabro. Jajaja. Besotes!!!

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    1. Es que hay que calentar y hacer estiramientos antes jajaja

      Parece fácil, perooooo ¡doy fe de que no lo es!

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  4. Qué chulo! Me parece una actividad fantástica. Llevo tiempo con ganas de probarlo...habrá que lanzarse!!
    Muas!

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    1. Seguro que a peque le encanta la postura del guerrero jajaja

      A Daniel le fascinó ;)

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  5. Es una gran idea, lo que pasa es que nosotros tenemos que ir con cuidado ya jajaja

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    1. ¡Y yo también! No te creas, que una ya no es tan flexible como era jajaja

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  6. Si es que ya no estamos para tantos trotes, y no lo digo por tí si no por mi. Estuve jugando un rato con la bichito sentada sobre los talones y hoy no me puedo ni mover!!!!! jajajja

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