miércoles, 22 de noviembre de 2017

La danza de la lluvia

Esto de que no caiga ni una gota del cielo es grave y muy preocupante. Un asunto del que los adultos no dejamos de hablar. Ahora eso de hablar del tiempo ha dejado de ser tan banal y se ha convertido en el tópico conversacional más recurrente con diferencia.

Supongo que los niños, que tienen unas antenas parabólicas tremendas se han hecho su propio análisis de la situación. Lo cierto es que no me extraño cuando una tarde de parque u amigo de Daniel se avitualló de ramas y comenzó una extraña danza al ritmo de sus grititos. Desde luego logró llamar nuestra atención. "Estoy bailando la danza de la lluvia para que llueva" contestó a nuestras preguntas.

El resto de los críos no tardaron en unirse a ellos. Hasta Iván y sus amigos, que normalmente juegan contra Daniel y los suyos y no con ellos (estoy de las guerras de palos hasta el moño).

Enseguida se hicieron con sus hojas y palos para agitarlos y lanzar berridos al ritmo de sus saltos. Estaban dando espectáculo gratis. A mí, personalmente me hacía mucha gracia. Y si encima lograban su objetivo...

Enseguida nos olvidamos de ellos y seguimos a lo nuestro, pero mi hijo mayor no tardó mucho en acercarse a pedirme que le acompañara dónde estaba la cuchipandi. "Necesitamos algo tuyo". Muy intrigada le seguí.

Los peques habían hecho una especia de construcción antena con palos y me miraban muy sonrientes. En cuanto llegué a su lado, uno de ellos me pidió el mechero. "¡¡¿Qué?!!" respondí incrédula.

"Necesitamos encender estas ramas para que llueva", me explicaron muy serios, "¿Me estáis diciendo que queréis encender un fuego en un sitio lleno de vegetación seca en el que hace meses que no llueve como debiera?", "Síiiiiiii" exclamaron todos con los ojitos brillantes y enormes sonrisas. "¡Qué locura!" grité echándoles un jarro de agua fría, "¡¡¿Queréis incendiar el parque?!!", les reproché. "Mami, tú déjanos el mechero y ya verás que llueve", comenzó mi niño mayor. Estoy segura de que tenía un millón de argumentos preparados para convencerme pero no le di oportunidad porque le aseguré muy seria que yo no tenía mechero porque ¡No fumo! Y nunca he fumado.

"Eso es imposible", soltó uno de los chicos, "Todos los adultos tienen un mechero en el bolso", aseguró como si fuera una gran verdad del universo. "Pues yo no y ninguna de vuestras madres tiene" y con eso pretendía zanjar la cuestión.

Los peques se desilusionaron mucho, pero no son de perder el tiempo en lamentaciones cuando el tiempo corre y pronto tendrían que irse a casa a hacer deberes. A los pocos minutos volvían a berrear y dar brincos locos por todo el parque.

No lograron nada.

Sigue sin llover.

6 comentarios:

  1. ¡¡Q tendrá el agua y el fuego que atrae irremediablemente a los peques!!

    Respecto a q no lograron nada, no estés tan segura ;-) dicen q viene un frente de lluvias...aunque a lo mejor no llega a Madrid, pero algo está lloviendo por el norte, dicen.

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    1. Supongo que su parte de prohibido es lo que les atrae a estos terremotos jajaja
      Les tendremos que poner a bailar otra vez para que ese frente lluvioso se acerque por aquí :D

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  2. Pues parece que el viernes y el sábado llueve. Algo han logrado y sin necesidad de incendiar nada. Jajajajaja. Besotes!!

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    1. Llegan a incendiar y ya está lloviendo jajajaja
      A ver si nos remojamos un poco ;)

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  3. Que digo yo que igual cantando hace más efecto...
    La verdad que está la cosa fastidiada, pero la idea la tuvieron buenísima.
    Besos

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    1. Hubo un momento en el que aullaban con bastante ahinco jajaja
      Eso sirve?

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