martes, 26 de julio de 2022

Construyendo mundos y Conexiones en la colección Telefónica

El miércoles pasado convencí a mis churumbeles para ir a ver la experiencia inmersiva "Stranger Things" que ha montado La tienda de Movistar de Gran Vía (que, por cierto, es enorme, impresionante y siempre está organizando cosas chulas como ésta de acceso gratuito). Los chicos no han visto ni la primera temporada de la famosa serie, así que no tenían ni el más mínimo interés, pero como venía un amigo suyo, que sí le llamaba mucho el plan, y les prometí unas tortitas en el VIPS (un soborno que siempre funciona jeeeeejejejejeje), aceptaron ir, aunque a regañadientes, porque si no no serían ellos.

Allí nos plantamos en cuento mi amiga salió del curro, que resultó ser demasiado tarde para tener la más mínima oportunidad de entrar y eso que faltaban más de tres horas hasta el cierre, pero la cola era impresionante y gran parte de ella agonizaba bajo un sol torrante. 

En realidad, así todos nos alegramos de no tener que soportar semejante tortura. Creo que el único que se quedó realmente con las ganas de sufrir lo que fuera necesario para entrar fue el amigo de las fieras, con el que estuve negociando volver a una hora más rara en un intento de minimizar colas. 

Pero mi amiga nos echó un jarro de agua fría encima (figurado, porque uno de verdad hubiera venido hasta bien con esos calores), había ido a preguntar a la puerta y le habían dicho que fueras a la hora que fueras tocaban mínimo tres horas de espera y que había gente que a las siete de la mañana ya estaban cogiendo sitio cuando abrían a las diez. Con todo lo que hay en Madrid, perdono la visita a Upside Down.

De hecho, ya contaba con la posibilidad del escenario "imposible entrar" y tenía un plan B muy chulo: el Espacio Fundación Telefónica, que está justo al lado y tiene unas exposiciones flipantes. No hay verano que no lo visitemos. Mis hijos se hicieron los remolones, pero al final accedieron al nuevo plan (por miedo a perder sus tortitas, supongo). 

Un vez allí nos metimos de lleno en el universo futurista de la exposición Construyendo mundos de Liam Young, un creador australiano que ha llenado la sala de videoinstalaciones que te cuentan historias futuras de la evolución de la humanidad. por cierto, que hace especial hincapié en la tecnología, la sostenibilidad y el medio ambiente. ¡Todo un espectáculo que nos cautivó! Sobre todo el que hablaba de una única megaciudad en la que vivieran todos los seres humanos aunando hábitos y culturas, mientras dejaban recuperarse al resto del planeta de nuestros abusos continuos.

De ahí pasamos a Conexiones en la colección Telefónica, que también nos pareció flipante. Sobre todo el orden de la exposición y la puesta escena. Lo que más nos gustó fueron los marcos espejo de las puertas, que daban muchísimo juego. Muy interesante la muestra con muchas cosas curiosas como la habitación llena de fotos de antiguas averías telefónicas, sorprendentes obras de arte que en un principio no parecen tener lugar en una exposición tecnológica, muestras de cables submarinos... la verdad es que es muy curiosa y sorprendente.

Por mí, hubiéramos entrado también la tercera exposición que alberga este espacio: Creación en movimiento, que tenía una pinta buenísima, pero las fieras ya estaban rogando por su soborno exageradamente y me quedé con las ganas. Sólo por eso les quité un poco de sus postres para compensar la exposición que me había perdido y me lo comí. Compartir es vivir aunque les cueste.

Al final cambiamos merienda por cena, así que nos pusimos las botas con un plato salado y otro dulce. Un broche final por todo lo alto aun día lleno de sorpresas.

Luego nos fuimos a la estación de metro atravesando el parque de El Retiro para aprovechar el regado del césped y refrescarnos un poco. Hay que aprovechar todos los recursos que tenemos disponibles jajajajjaja





















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