miércoles, 15 de noviembre de 2017

Galletas estrella de castañas

Estaba yo navegando en twitter tranquilamente cuando un tuit llamó poderosamente mi atención era de Madre Reciente y hacía alusión a un post de la Gulateca sobre unas deliciosas castañas ideales para Halloween. Me relamí golosa (el dulce es una de mis debilidades) y archivé el post en cosas pendientes para el próximo 31 de octubre. Menos mal que la autora del tuit me abrió los ojos y me sacó de mis estrechas miras. ¿Para qué esperar? Cambia de fantasmas a estrellas e ideal para las Navidades que ya se huelen.

Lo cierto es que son ideales para otoño. Jolín, que el ingrediente principal son deliciosas castañas asadas (Mmmmm... otra de mis debilidades).

¡Decidido! Busqué los ingredientes y me metí en la cocina con el firme propósito de dar una sorpresa a Raúl y los churumbeles. Lo cierto es que es ideal para hacerlas con ellos, pero estaban liados y... Buenos, vale, que no tenía ganas de cocina encharcada ese día. Vale, ya lo he dicho.

Pero no fue tan fácil porque Daniel tiene un radar para estas cosas y poco después lo tenía en la cocina. Otra confesión: pasé de los pasos detallados del post y lo metí todo a trocmocho en la thermomix, como hago siempre. Para que voy a engañar a nadie.

A ver. Que las castañas las asé al horno como sugerían en el post (tenían tres sugerencias y me pareció la más fácil y limpia). Luego las piqué sin llegar a hacerlas puré. Dejé trocitos como recomendaba la autora de la receta. Pero luego ya metía el resto de ingredientes pesando en el vaso. Lo mezclé todo a velocidad 3 y ¡ale! a hacer bolitas.

Justo en ese momento llegó el mayor. Se empeñó en ayudarme a hacer bolitas y lo que hacía era comerse la masa. Después se nos arrimó el pequeño que ya devoraba la masa sin disimulo. No me quedó más remedio que echarlos de la cocina  si quería que quedara algo para las galletas.

Se fueron refunfuñando mientras yo acaba de hacer las formas de las estrellas con un molde. Metí la masa en el horno y a la media hora las saqué doraditas y desprendiendo un olor que era pecado. Así que las fieras volvieron para ver si caía algo. Pero como seguimos con NO viembre se fueron a la cama con las ganas. Hasta diciembre nada de postres en la cena.

Hubo lágrimas, lamentaciones y desgarro, pero las galletas llegaron intactas al desayuno. Que fue justo cuando las probamos. No hizo falta hacer mucho esfuerzo para que se levantaran de la cama. Saltaron de las sábanas a la mesa del comedor al primer toque.

Estaban tan buenas que no duraron más de dos asaltos. Ya me han hecho prometer que las repetiríamos. "Aunque sólo hagas la masa. Sin el horno también está buena" me pidió el pequeño. No saben nada estos dos pillos.

4 comentarios:

  1. jo pues a mi me encantaría ser capaz de poner a hacer galletas, cocas etc jajaja

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    1. Ta atreves con aceitunas y con galletas no???!!
      Si sólo tienes que juntar todos los ingredientes en una batidora de vaso, batirlo a poca velocidad, se hace la forma con la masa resultante y al horno
      Chupao!! ;)

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  2. Esas me hubiesen venido bien hace un mes o así que mi marido trajo una bolsa entera que se echó a perder porque no hicimos nada con ellas. La falta de tiempo que es muy mala...
    Besos

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    1. Joooooo
      Que pena
      con los ricas que están
      A mí también me pasó una vez. Lo admito. Y casi lloro

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