Nos encantó el buen rollo entre los jugadores, que dieron mucha más importancia a pasárselo bien que a ganar. Aunque les salieran mal las jugadas no se frustraban ni enfadaban sino que se reían con todos.
Mucho mérito de esto lo tuvieron los peques, que se les veía muy animados, pero también Paloma, que supo dirigirlos magistralmente y con muchísimo cariño.Daniel no jugó porque estaba castigado por mal comportamiento, que está de un pavo subido últimamente... Pero que nadie sufra, que luego organizamos una partida familiar por todo lo alto (es que una es muy blanda).El final fue apoteósico porque nos pusimos todos a cantar el villancico de los goblins y aún así no llovió. Eso sí, me temo que atrajimos las nubes que no nos han dejado ver la estrella de Belén. Aquí os dejo el villancico para que lo cantéis vosotros también. Por aquí lo cantan y ven en bucle porque les encanta el final. Es que la beztia es muy bestia. Pobres goblins...Cada jugador elige un personaje y pone un antídoto, tres pócimas buenas y una mortal al lado de su carta de goblin. Por turnos, los jugadores robarán una carta del mazo de acciones, la leerán en voz alta y realizarán la acción de la misma, que puede afectarle a él, a otros jugadores, a ninguno... Si es un hechizo hay que cumplirlo, y el que no lo haga... ¡bebe! y se va el efecto de ese hechizo.
Cuando te toca beber, eliges una de las cartas de pociones que tienes y que se han colocado barajeadas ante ti y pueden pasar dos cosas: que te salga la buena (todo sigue sin incidentes) o que te salga al mortal (que puedes elegir tomarte el antídoto si no lo has usado ya o morirte. Si no tienes antídoto, te mueres directamente).La poción elegida se descarta y cuando te quedas sin pociones se coloca una buena y una mortal ocultas ante ti. Si mueres se te quitan todas las pociones y tu objetivo ahora es matar a otro goblin para poder sobrevivir.
La beztia está mezclada en el mazo de cartas de acciones. Cuando sale se le pone al goblin que robaba carta, que bebe una poción más cada vez que le toque beber. Cuando muera se la coloca a otro goblin vivo de su elección. Si resucitas, te colocas una poción buena y otra mortal ocultas frente a ti.
El goblin muerto sigue robando cartas de acción durante su turno, pero no bebe cuando le toca, sino que elige a otro goblin a su elección a beber por él. A ver si hay suerte, lo mata, y él resucita.
Es muy divertido, fácil y rápido. Nos encanta.
Por cierto, que Rocket Lemon Games ha hecho unas postales navideñas de Mal Trago geniales que podéis recoger gratos en vuestra tienda habitual. Ese año las felicitaciones se van a llenar de goblins jajaja¡Esperamos volver a jugar con Paloma y las familias goblins pronto!
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