Cómo la abuela llegó por la noche no pudo ver despierto a Daniel hasta más tarde. Lo bueno es que dormía con él, al lado de su cunita, con lo que, en cuanto el niño abrió el ojo en mitad de la noche, aprovechó para pasarlo a su cama con ella.
Dice Raúl que por la mañana Daniel la miraba como pensando "¿Y esta quien es?". Desafortunadamente yo he estado bastante ocupada estos días porque tenía que entregar las páginas del chino y las llevaba un poco atrasadas, así que mi madre ha estado encantada de encargarse del niño. Una vez incluso le fue a buscar a la guardería y lo llevó al parque. No creais que yo me desentendí de Daniel y aproveché la visita de mi madre para olvidarme de que tengo un hjo. Al contrario. Mi madre me reñía por ser demasiado "mami".
Aún por las noches, cuando el niño lloraba, asomaba mi nariz por la habitación por si mi madre necesitaba ayuda. No lo puedo evitar. Me gusta cuidar de mi chiquitín, aunque a veces me agote.
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