Un finde que fuimos a Covarrubias, la abuela de Raúl comentó que las cerezas de su árbol era muy posible que ya estuvieran para recoger, por si nos apetecía acercarnos y llenar unas cuantas bolsas. Sólo pensar en las deliciosas cerezas hizo que nos entusiasmara la idea. Preparamos la excursión, pero cuando llegó el momento de irnos, Daniel se encabezonó en que no quería ir y que no quería ir. De nada valieron mis argumentos y razones. No hubo manera de convencerle. Hasta le recordé aquella vez que no quiso ir a la Madrid Bird Fair y luego le dio mucha rabia perdérselo, pero ni con esas. Así que allí le dejamos jugando con los juguetes mientras Iván corría entusiasmado deseando comerse todas las cerezas del árbol.
Como acabábamos de desayunar nos daba miedo que le pudieran sentar mal, así que la abuela le convenció para que sólo probara una y juzgara si ya estaban listos para ser recogidas: "Síiiiiii" chilló el niño relamiéndose y se puso a trabajar duro. Y tanto que trabajo que no paraba de arrancarlas del árbol. Intentaba cogerlas con rabito, como le habíamos indicado los mayores, porque así duran más antes de estropearse, pero no le estaba siendo fácil, así que al final decidió que las cogería sin rabito y que de su bolsa haríamos una gran tartota. Debía pensar que íbamos a hacer una de ocho pisos porque cogió el sólo una bolsa llena hasta arriba. Yo le acercaba las ramas para que alcanzara las frutas y el las cogía entre exclamaciones de alegría.
Cuando, por fin se cansó, se puso a jugar con la tierra y las piedras. Asi se entretuvo un montón de rato mientras nosotros terminábamos el trabajo. Quedaron muchísimas cerezas en las ramas, pero ns pareció que con las que habíamos cogido teníamos para la tartota, para devorar tras las comidas y para dar y regalar.
Nos fuimos muy cargados, pero contentísimos a casa. Cuando nos vio llegar Daniel le dio pena no habernos acompañado, pero esta vez se lo tomó con más filosofía.
Qué pinta más buena tienen!!! Si es que no hay como lo que uno mismo recolecta. Besotes!!!
ResponderEliminarEs verdad! Parece que así saben mejor y todo :D
EliminarQué ricas las cerezas, me acaba de hacer la boca agua. Nosotros también hemos recolectado del huerto del abuelo y qué dulces..mmm. Me acabas de antojar, jaja...menos mal que tengo en el frigo, estas no son de cosecha propia pero sí de la frutería ;-P...las de la cosecha propia las devoramos en poco tiempo
ResponderEliminarLas de la frutería también están buenísimas jajaja
EliminarLa verdad es que desaparecen enseguida ;)
Hola. ya me imaginaba que a Daniel le daría finalmente pena no ir a coger cerezas... por lo menos las podrá saborear. Seguro que Iván le cuenta todo tipo de detalles de la recolección. Seguimos en contacto
ResponderEliminarPues sí. Al final se arrepintió por no ir, pero no montó ningún pifostio, asi que me conformo jajaja
Eliminar¡Uy, que ricas las cerezas! y recogerlas da un gusto especial ,también para los niños que algunos urbanitas piensan que los huevos vienen del super,jaja.
ResponderEliminarY que los peces son cuadrados jajaja
EliminarEstos peques no, menos mal!!!
Muy buena pinta! y nos alegramos mucho que a Ivan le gustara y lo pasara chachi :)
ResponderEliminarEs que Iván se apunta a un bombardeo y siempre con ilusión jajaja
EliminarDa gusto :D