lunes, 9 de enero de 2012
El regreso de la abuela Matilde
Mi madre volvió a Madrid el mismísimo día seis de enero. Por la mañana estaba abriendo regalos con mis hermanos, cuñados y sobrina y por la noche me estaba abrazando. Estuvo bien porque así pudo abrazar a Iván antes de que lo operaran. Daniel y ella cada vez se llevan mejor. Su abuela e prometió que le llevaría al supermercado y le compraría todo lo que quisiera mientras operaban a Iván.El niño no hacía más que pedir huevitos pequeñitos (de codorniz). Los había comido en casa de su abuela Chari y le habían encantado. Mi madre le compró los huevitos... Y de paso galletas, palitos salados, salchichas, carne... y hasta un tractor. El chiquillo estaba encantado y deseoso de volver al supermercado con su abuela en cuanto tuviera ocasión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ayy las madres siempre están ahi cuando se las necesita. Un besito, estoy segura de que para daniel va a ser muy importante estos dias
ResponderEliminarParece que la historia se repite ... cuando los abuelos de Alicante venían a Las Palmas y la primera parada era el super!!! ;))
ResponderEliminarMaría, Siempre están ahí. Las abuelas son maravillosas e imprescindibles. Daniel está encantado con su abuela que le da todos los caprichos.
ResponderEliminarSharmi, que memoria!! Es verdad. La historia se repite. Era la única vez al año que podíamos meter en el carro lo que quisiéramos. Un lujo!!