La prima Natalia en Madrid

Mi hermano Fernando me ha dado otra maravillosa sorpresa. ¡Y esa vez ha venido a visitarnos acompañado de su hija Natalia! Dice que la chiquilla estaba deseando abrazar a Daniel y conocer a Iván.

Nada más llegar a casa le han puesto al mayor un paquete en las manos. Menos mal que se me había ocurrido comprarle algo a mi sobrina a mi también porque si no hubiera quedado muy mal.

Cómo no tenía ganas de rebuscar entre los juguetes he ido a tiro hecho. Sé que le gustan las horrorosas Monster's High, así que me he ido al Alcampo a comprarle una. Hay mil así que me vi obligada a llamar a mi hermano para pregunta cual le faltaba. No tenía el móvil conectado, así que supongo que iría en el avión. Iba a llamar a mi cuñada cuando  ¡Oh! ¡Sorpresa! No tenía su teléfono. ¡Odio cambiar de móvil! La mitad de los números se me quedan en el camino. Soy muy torpe con la tecnología.

Así que no me quedó más remedio que llamar a mi querida hermanita. La pobre me dijo que haría lo que pudiera, pero que tampoco era una experta en el tema. Le pregunté si tenía la chica gato o tigre o algo así y me dijo que no le sonaba. Pues ¡ala! Al saco. Si la tiene que la cambie.

Afortunadamente, mi hermana y yo acertamos de pleno ¡Era la última que le faltaba por tener! ¡Yuju!

Por su parte mi hermano también dio en el blanco. Debajo del papel de regalo apareció un flamante helicóptero de salvamento de Lego. A mi hijo le encantó y a mi marido le emocionó. La verdad es que está genial. Tiene un gancho que se engancha a cualquier pieza y una ventana y una pieza semicircular que van a servir a Raúl para ampliar su repertorio de figuras de Lego para su chico. Una maravilla.

Para Iván también hubo regalo. Un peluche libro ¡Precioso! Me encantan los libros para bebés. Son tan bonitos...

Natalia estaba deseando coger al nuevo miembro de la familia. En sus brazos me pareció que el bebé había crecido mucho en estos pocos meses. ¡Todavía no ha cumplido los tres meses!

La mami no se quedó con las manos vacías. Mi hermano tuvo la genial idea de traer Dunking Donuts. Ummmm. Deliciosos. Después de las Navidades me pongo a régimen. O eso o me va a tocar renovar el armario con ropa un par de tallas más grandes.

Daniel se lo pasó genial jugando con su prima. Mas bien, la chiquilla intentaba jugar y Daniel revolvía a su alrededor. Todos estuvimos jugando con la cocinita y las comidas de plástico.

El pequeñajo estaba un poco cansado e irascible, pero a pesar de ello se lo pasó bomba. Sobre todo cuando su tío le cogió por los pies y lo hizo volar. Le hizo repetir la jugada unas cuantas veces más.

Me hizo mucha ilusión que vinieran a vernos porque no veo muy seguro lo de ir a Las Palmas este año, aunque cuando termine la pesadilla de la operación, el niño esté totalmente recuperado y si a mi me quedan todavía días de vacaciones o baja por maternidad me gustaría darme un salto con toda la familia para desconectar. Quien sabe lo que nos depara el futuro.