Daniel lleva pidiéndome un tiempo que le lleve a la piscina. A la cubierta, evidentemente. Con este tiempo invernal cualquiera se atreve con la otra. Pero yo no podía darle el capricho porque veía imposible a excursión con los dos hermanos.
Ayer Raúl me dijo que podíamos llevarle hoy mientras no estuviéramos con Iván. Me pareció una idea estupenda. Así el peque disfrutaría de sus papás enormemente antes de que pasen al bebé a planta y desaparezcan durante un tiempo.
Le contamos el plan cuando le recogimos de la guardería y se emocionó. Fue dando saltitos todo el camino. Llegado un momento se impacientó. "No veo pitina, no hay pitinaaaaaa" se quejaba lastimeramente. Raúl y yo le decíamos que sí, que en el edificio del fondo estaba la piscina.
Por fin llegamos, con el movimiento y el estrés de los últimos días no tengo la cabeza donde debería y se me olvidaron los gorros y las zapatillas. El recepcionista se portó genial, nos prestó tres gorros y nos orientó en las normas de la piscina. Incluso nos dijo dónde había otra piscina cubierta infantil que sí habría el fin de semana para ir con Daniel. Ellos sólo abren de lunes a domingo.
Raúl se fue al vestuario para chicos y yo me llevé a Daniel conmigo. Le desnudé lo más rápido que pude y me puse el bañador a la velocidad del rayo porque el crío estaba deseando meterse en el agua.
La verdad es que la piscina es ideal para niños. Mi peque hacía pie y quería ir solito de un lado para otro. A veces se resbalaba o tropezaba y tragaba agua. Menos mal que aprendió a ir con la boca cerrada. Intentamos enseñarle a nadar. Conseguimos que moviera los bracitos y las piernitas un rato, pero pronto se aburrió. Las monitoras de un curso nos prestaron un rulito de esos que usan los niños hoy en día y se lo pasó en grande.
Estuvimos allí una hora larga. Hasta que Daniel empezó a sentir frío. Entonces lo envolví en su toalla y la mía y me lo llevé al vestuario para vestirlo. En cuanto entró en calor quiso volver al agua, pero ya no le dejé. En un momento dado se miró la pupa que se había hecho en el horno en nochevieja. Asustado me enseñó el dedito gritando "Se ha roto, se ha rotoooo". Con el agua el dedo se había arrugado y se había caído parte de la piel de la ampolla. El agujerito le había impresionado. Le expliqué que era normal y que se arreglaría sólo, pero no quedó muy convencido.
A la salida no hubo manera de convencerle para que se dejara secar el pelo con el secador, así que se lo secamos como pudimos con la toalla y le pusimos en verdugo para que no nos cogiera un pulmonía.
Tan agotado estaba que cuando salimos para ir a ver a Iván él ya estaba pidiendo la cena para irse a dormir temprano.
Me alegro de que hayáis pasado buena tarde, los mayores se merecen ratitos así.
ResponderEliminarHan operado ya al bebé? no me he enterado!!! voy a ver que tal todo, aunque me imagino que bien.
Besitos
¡Que envidia! Con lo que a mi me gusta en remojo.
ResponderEliminarYo siempre digo que hacer cosas de verano en invierno, es un autentico placer. Bañarse en la piscina, tomarse un helado.... :)
Daniel se lo pasó pipa, eh
Que cara de felicidad de Daniel!!! Me alegro mucho de que hayais pasado este ratito tan bueno con él. Un beso y animo familia y fuerza al chiquitin!
ResponderEliminarEs que eres super-mama ... Ya puedes cambiar el nombre al blog porque de desesperada nada ... esa cara que tienes sólo la sabe poner una mamá por sus hijos, tenga lo que tenga por dentro! .. ole ole y oleeeeeeeee
ResponderEliminarAquí tenemos piscina cubierta desde hace un par de años y la verdad es que se lo pasan genial. El último día que fue Alex fue el 5, el ayuntamiento les regaló a los niños la posibilidad de pasar el día en la piscina, jugando con colchonetas, por un par de euros.
ResponderEliminarMe acuerdo mucho de Iván, espero que muy pronto podáis abrazarlo.
espero q subais a planta en nada nada nada !!!
ResponderEliminary una genial idea la de disfrutar un ratito "exclusivo" con Daniel.
él no entiende q ocurre y le encanta tener a sus papis para él. seguro.
besotes
Me alegro que todo saliese perfecto,espero que lo suban a planta pronto,y pasar la tarde asi de bien con Daniel un acierto un abrazo para todos.
ResponderEliminarLa verdad es que el chiquillo lo disfrutó al máximo.Y yo me siento un poco menos culpable por los días que sé que están por venir. Las piscinas cubiertas con piscina infantil son todo un descubrimiento.
ResponderEliminarDaniel está emocionado porque pasa las tardes con papá y mamá. Normalmente sólo las pasa conmigo porque el papi trabaja.
Sí que han operado a Iván y todo ha salido muy bien. Estoy muy feliz, aunque a veces me da un poco el bajón de verlo lleno de cables.
Tendría que cambiar el nombre del blog por "Quien me ha visto y quien me ve" Hace unos años nadie apostaría por mí en un papel el madre jeje
No conozco de esas piscinas por acá, que bien porque así podrán pasar más tiempo con Dani, todo saldrá bien, ya lo verás, pronto estarán todos juntitos!
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