La última vez los decibelios de su voz alcanzaron cotas preocupantes y no hubo manera de auscultarlo. La pediatra hizo lo que pudo casi sin tocarlo y finalmente dictaminó un costipadillo sin importancia. Cuando salimos le dije a Daniel "¿Ves como la doctora no te ha hecho nada. Si es muy buena". El chiquillo se sorbió los moquetes y me contestó compungido "Síiiiiii, pupaaaaa". ¡Qué mentiroso!
Tras mucho meditar en el asunto he decidido comprarle un set de médicos de juguete y simular una consulta en casa para ver si se le va quitando este miedo tonto. Si cada vez que vamos a la consulta me la monta vamos a tener muchos problemas porque antes o depsués se pondrá malo de verdad y habrá que examinarle llore o no. A ver si a través de los juguetes le quitamos el miedo.
a ver si con el juguete deje de tenerle miedo,prueba tambien a comprarle alguna chuche o algo ants de entrar y le dices que si se porta bien cuando salgas se la das
ResponderEliminarLo de la chuche ya lo he intentado, pero no atiende a razones. Se pone histérico. Todavía no le he dado el maletín de médico. No he tenido tiempo de sentarme tranquilamente a jugar con él.
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