Mi pequeñín está malito, pero sin estar enfermo. Me explico, Daniel no tiene fiebre. Pero la tos y los mocos le invaden sin piedad. Además está muy ñoño y llorón, aunque esto último puede que sea por llamar la atención, porque ya le daban demasiadas perretas cuando no tenía esa mala cara que arrastra ultimamente. Lo que más me choca es que no quiere salir a la calle. Está tan cansado que te pide ir a casa nada más atravesar la puerta de la guardería. Esto no es normal en él.
El caso es que la pediatra opina que está como una rosa. Esta médico nunca le ve nada al niño. "Un catarrillo sin importancia que ya se curará sólo" me dijo, y llevamos así una buena temporada.
Cansada de las noches y de ver agotado al peque le he automedicado, aunque ya sé que no es conveniente. He copiado lo que me mandó la pediatra en otro caso anterior parecido. Le doy Romiral sólo por la noche para que el pobre duerma y descanse. Y de paso duerma yo cuando Iván me deja. Eso y la cebolla. Una cebollita cortada por la mitad en la mesita de noche apesta la habitación, pero obra milagros con la tos.
Por ahora está funcionando y poco a poco tiene mejor cara este pequeñín. Aunque sigue anímicamente bajo. Estoy tranquila porque al menos come bien (cuando le dejan los mocos y las flemillas) y tiene la misma energía de siempre.
joooo pobrecillo, yo tb he pasado lo menos 3 semanas así con Jaume sólo queria estar al brazo y pegadito. Me daba una pena....y las noches fatal con los mocos y la tos... pero bueno parece que se ha pasado ya... espero que pronto se encuentre mejor !!!
ResponderEliminarMi niño. Que penita dan tan chiquitín. Recuerdo alguna noche que dormí en un sillón con Daniel de bebé en brazos porque si lo soltaba lloraba como un condenado. Cuando se ponen malos es una angustia vital.
ResponderEliminarY mucho mucho cansancio para la madre. Espero que ya esté mejor y podáis dormir y descansar los dos.
Daniel sí que está mejor ya. Gracias. Aunque aún tiene un poco de ojeras.