Con Daniel no tuve que preocuparme de los mocos hasta los tres meses, pero éste pobre bebé ya respira a trancas y barrancas. Mi niño no ha cumplido el mes y berrea como un loco cuando le inyecto el suero por su naricilla para luego proceder con la extracción a base de soplamocos. Se puede decir que el dudoso privilegio se lo debe en su mayor parte a su querido hermano.
Ya nos lo advirtieron en el hospital: El mayor se lo va a pegar todo al pequeño. Nos aconsejaron que tuviéramos cuidado. Y eso hicimos, pero es imposible mantener alejados a los dos durante las 24 horas del día. Así que al poc tiempo ya se oía algo parecido a "snort snort" desde la cunita de Iván.
aiss pobre con lo peque que es,pero ya se sabe cuando hay mas niños por la casa los virus estan asegurados
ResponderEliminarPues sí. Hemos intentado tener cuidado, pero que le dices a Daniel si se empeña en darle un beso al hermano? Pues nada. Le dejas y rezas par que no le pegue nada.
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