martes, 10 de enero de 2012

La enfermera estúpida

Después de llevar a Daniel a la piscina jugamos un poquito con él y nos despedimos con muchos besos para irnos a ver a su hermanito al hospital. Cuando llegamos estaba dormido, cómo siempre. La enfermera nos dijo que había estado muy bien.

Al ratito se despertó. Estuvimos jugando un ratito con él. Parecía un poco contento, pero estaba embotado por los sedantes y le costaba mucho enfocar la mirada y hacer ruidos con la garganta. Se acabó agobiando y empezó a llorar. Fui a pedirle un biberón a la enfermera porque parecía hambriento. Me lo trajeron muy rápido. Cómo esta mañana me lo había vomitado se lo dí calmadamente. El peque intentaba succionar como un loco, pero tenía la lengua torpe. De vez en cuando se lo retiraba y se ponía a lloriquear. Finalmente acabó vomitando otra vez. Pero esta vez, la enfermera que acudió no me trató amablemente. Me acusó de agobiar al niño y de obligarle a comer sin ganas con un tono de voz recriminatorio. Cuando logré salir de mi asombro me puse a llorar sin poder evitarlo. La estúpida en cuestión pareció arrepentirse un poco de sus modos, pero no tuvo ningún reparo en echarme del lado de mi hijo para limpiarlo. Con la escasa media hora que me dejan acompañarlo y encima esto. No entiendo por qué no podíamos estar a su como esta mañana.

Mi llanto cada vez se hacía más incontrolable. Me llamaron cuando hubieron terminado de cambiarlo. Mi hijo lloraba desconsolado. Intenté calmarlo, pero se me echó al hora encima y la misma enfermera vino a decirnos que nos despidiéramos de él. Yo seguía llorando sin poder controlarme. La chica estuvo intentando consolarme todo el trayecto hasta la puerta, pero ya era demasiado tarde. Ya la había etiquetado como la enfermera estúpida que espero que no me vuelva a tocar jamás.

Llegué a mi casa con los ojos todavía llenos de lágrimas. Raúl intentó animarme en todo momento, pero yo no me pude quitar de la cabeza la imagen de Iván llorando. Espero que mañana todo vaya mejor.

5 comentarios:

  1. Desde luego... que falta de tacto -_-

    Deberían comprender que los padres que pasan por allí estan pasando una situación muy delicada, y ser mas amables y sensibles. Es vergonzoso que te trataran así...

    Tu no hiciste NADA malo. A esa individua, que la den morcilla >_<

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  2. Aghh que desagradable! Que falta de tacto! Las enfermeras, igual que los médicos y los maestros necesitan tener vocación, además de empatía. Que no se a cuenta que el bebe esta recién operado del corazón y que tu estas sensible? Que tu podías haber estado allí mientras limpiaba el desastre, e incluso poder hacerlo entre las dos? No se da cuenta que el tiempo de visita es muy poquito para una madre que lo que quiere es estar con su hijo yapara n bebe que lo que necesita es estar con su madre? Agghhhh disculpa pero me molesta muchísimo su actitud, no debería esperar a ver lagrimas para conmoverse, sino conmoverse con cada paciente, cada familiar, ponerse en los zapatos del otro, y hacer su trabajo, sin mas.

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  3. Las hojas de reclamaciones.... Ains....

    Besotes guapa. A esa la vas a ver poco.

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  4. Hay gente maravillosa en los hospitales, pero al lado hay cardos de estos. Yo sé de un hospital que tiene un índice altísimo de incompetencia.

    Ánimo, amiga. Ya sé que es fácil decirlo y no tan fácil hacerlo, pero procura no llorar cuando estés allí. Es tan poco el tiempo que te dejan que tienes que aprovecharlo, aunque te toque morderte la lengua y tragarte las lágrimas.

    Lo de las reclamaciones, yo no sé si sirve de algo. Sabes por qué te lo digo.

    Un beso.

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  5. Te tienes que encontrar de todo en este mundo. Menos mal que el resto de personal sanitario ha sido maravilloso conmigo y mi niño. Menos mal que todas mis lágrimas se han trocado en sonrisas.

    Mayte, espero que se acabe pronto ese suplicio del que hablas de la mejor de las maneras.

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