Tras las TdN seguimos camino hasta Elda, el pueblo de mi madre. Allí nos hospedamos en la casa de campo de mi abuela, que mi progenitora había dejado lista y limpita para ser habitada.
Es una casa que me trae muchísimos recuerdos porque pasaba los veranos enteros allí de pequeña, con mis primos y mis hermano. ¡Un lujo!
Las cosas han cambiado muchísimo porque ha pasado a ser suelo urbano, parte del terreno fue expropiado y ahora está rodeada de adosados, pero para mí no pierde ni un ápice de su encanto. Y mis hijos les encanta corretear por el jardín y explorar los tesoros que esconde la casa.
Allí pueden dar rienda suelta a la imaginación y jugar libres.
En el patio trasero les montamos una tienda de campaña y una piscinita para que se refrescaran a gusto. Los últimos días tuvimos que desmontar el tinglado porque se levantó viento y la tienda se nos iba volando por todo el patio.
Les encantó ir a los almendros a coger las almendras y luego buscar la piedra perfecta para cascarla. Lo mismo que hacía yo a sus edades.
Daniel dio rienda suelta a su imaginación usando los tesoros que encontraba por la casa. Un día nos hizo un caballero con paños y pinzas, otro un ejército con los botones que encontró en una gran caja...
Los dos niños exploraban todos los rincones dando rienda suelta a su imaginación, porque la verdad es que el entorno se presta. Para mí es un lugar mágico lleno de recuerdos.
Que afortunados sois con casa en Canarias, casa en Burgos, casa en Alicante... ¡Vuestras vacaciones a la fuerza molan mucho!
ResponderEliminarEn contrapartida tener la familia lejos no compensa, pero bueno.
La casa parece un lugar hecho para disfrutar del verano.
Por cierto, ¿cómo están tus abuelos? Vivían en Elda me suena...
Besos familia!
Pues sí, por una lado mola tener casa en todos esos sitios, pero por otrooooo... echo mucho de menos a mi familia. Y los billetes de avión son una ruina ainsss
EliminarAntes la casa sí era de campo. El jardín estaba delimitado con simple alambre que mis primos, hermanos y yo nos saltábamos para pasar al campo de al lado jajaja Y a explorar!!! Pero las cosas cambian mucho. Aún así es un lugar que me que transmitiendo mucha paz. Mi abuelo falleció hace dos años y mi abuela está delicadilla, pero es normal teniendo en cuenta que ya tiene noventa y largos. Le hizo mucha ilusión vernos. Sobre todo a sus biznietos :D
Hola. coincido contigo en que las casas de campo de nuestros antepasados son un lujo lleno de recuerdos y nuestros hijos pueden jugar en libertad... ya se aprecia en las fotos que lo pasaron muy bien. Seguimos en contacto
ResponderEliminarUn lujazo!! Y para mí una tranquilidad porque pueden correr por el jardín todo lo que quieran que sé que no les va a pasar nada grave ni se van a perder :D
EliminarQué guay!!! Esos días de relax os habrán venido genial después del subidón de TdN. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarPues sí. La verdad es que siempre que vamos no paramos la pata y este año nos lo tomamos con calma porque estábamos agotaditos jajaja
EliminarMe encanta vuestro jardín!!!!!!
ResponderEliminarY me alegra q lo disfrutéis ¡todos!
Es de mi abuela y es un lujazo para sentarte a leer bajo los pinos y relajarte. Aunque ahora no tiene ni la mitad de pinos porque tuvieron que arrancarlo cuando se infectaron con no se qué plaga. Una pena...
EliminarQue chulo!! No hay nada como veranear con tus hijos en el.lugar donde veraneabas de niña. A mi me pasa con.la casa de campo.de mi abula, y como tú dices, me parece tb un lugar mágico.
ResponderEliminarEs que están tan llenos de recuerdos...
EliminarTe dan ganas de hacer un viajecito en el tiempo