A mis hijos les encantó todo lo que hicieron en las Jornadas Tierra de Nadie, pero si había algo que les emocionaba especialmente era entrar en el santuario de los videojuegos. A mí no me hacía ni pizca de gracia, pero había que respetar sus gustos, así que allí que me adentraba yo entre viejas consolas y modernos simuladores para juegos de coches.
A mis hijos se les salían los ojos y enseguida cogían el primer mando que quedaba libre. Daniel lo tenía claro y se clavaba en la zona de la Nintendo DS. En cambio, a Iván le tenía fascinado el lugar dónde se reunían las consolas que Raúl llama "las de toda la vida"
Confieso que en este tema estoy muy pez, pero como tenía que jugar con el más peque de la familia para ayudarle cogí el toro por los cuernos, digo... el mando... y lo cogí al revés. El encargado, muy serio y sin ápice de sarcasmo o burla, me lo hizo ver y me ayudó muchísimo a entender la mecánica de cada consola. Era un chico encantador, que incluso se prestó a vigilar al peque para que le echara un vistazo al mayor de vez en cuando. En realidad, me aseguró que no tenía ningún problema en cuidarme a las fieras para que yo pudiera jugar en algún torneo o apuntarme al taller que me gustase. Pero eso es porque no los conocía jajaja
Se lo agradecí en el alma, pero sólo abusé de su confianza cuando uno de los dos escapaba de mi vista. Soy una madre controladora, lo admito.
El caso es que fue una zona que visitamos demasiado para mi gusto e Iván aún la nombra con ojos brillantes: "Mami, yo quiero volver a las TdN para ir a las pantallas"
Yo jugaba también mucho a la consola cuando era pequeña (bueno, hacía otras cosas también). No tiene nada de malo si no estás tooooodo el día pegado a la pantalla. Un besote!!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Con todo lo que hicimos allí, yo no diría que estuvieran todo el día pegados a las pantallas, pero a Iván no le hubiera importado jajaja
Eliminaray, que tendrán las pantallas para que les gusten tanto a todos. Pero, sin duda, lo que más gracia me ha hecho es que cogieses el mando al revés, estoy casi segura de que a mí también me habría pasado jejeje
ResponderEliminarMe tenías que ver tocando los botones cada vez más rabiosa y exclamando: "¿Por qué no pasa nada? ¿no lo entiendo?" Menos mal que el encargado me rescató de esa situación tan comprometida jajaja
EliminarHola. normal que estuvieran mucho tiempo en la sala de video juegos... a todos los niños les apasionan... y hasta recuerdan las pantallas, los cambios de nivel y las cifras récord... seguimos en contacto
ResponderEliminarEn serio? A mí no me llamaban tanto la atención, aunque recuerdo pasármelo bien con la la Atari jajaja
EliminarYo era más de tener una rica vida interior ;)