Ya sólo el castillo es una fuente inagotable de diversión y aventuras para los chiquillos. Sus cañones, estatuas, almenas... ¡Lo viven! Es un lugar ideal para ir en familia.
Cuando hubieron corrido, saltado e imaginado que eran grandes guerreros durante un buen rato, entramos en la primera sala. Los niños se quedaron muy impresionados con los trajes y la estatua del orco, pero lo que realmente les gustó fueron las vitrinas donde se exponían las armas. Estuvieron un buen rato preguntando por una u otra a su padre.
La siguiente sala me pareció la más curiosa. En ella se exhibían diferentes ediciones de las obras de tolkien en muchísimos idiomas, revistas, comics, carteles de películas. Entre todo me llamó muchísimo la atención la edición pirata del señor de los anillos fechada en 1955 (ya en esa época existía la piratería editorial). Los tres ejemplares son muy difíciles de encontrar en el mercado ya que Tolkien ganó la batalla y no los volvieron a reeditar.
También me gustó el poster de E Hobbit en el que viene escrito todo el libro con la forma del título y de un dragón entre las letras. ¡Qué original! Otra curiosidad: Leonard Nimoy le dedicó una canción a El Señor de los anillo en uno de sus discos. Para el que no sepa quien es este famosísimo señor, sólo les diré que en la pequeña pantalla era un vulcaniano famosísimo. Dedicamos muchísimo tiempo a observar en detalle esta sala. Y nos fuimos de allí porque los niños ya empezaban a alborotar.
Muy emocionados, los peques corrían delante hacia la sala número tres, aunque cuando llegaron se llevaron un pequeño susto porque allí se alzaba Gollum con toda su fealdad.
Nos reímos mucho de la anécdota y nos acercamos a un panel en el que aparecían todos los acertijos que Bilbo y Gollum se intercambian en su particular duelo. las respuestas venían a modo de dibujos, así que los niños intentaban adivinarlas incluso antes de que terminara de leérselas. Algunas eran muy difíciles y recibimos la ayuda del público congregado.
La última sala, que contaba con dos pisos, fue la que más les gustó con diferencia. Era la que albergaba las figuras y miniaturas de las películas y la tienda de regalos. Barbol, una puerta Hobbit, el encuentro de Gandalf con el Balrog, ejércitos de orcos... Creo que no se han olvidado de nada. También se exponían unas ilustraciones chulísimas que no dejaron indiferentes a ningún miembro de la familia.
Los chiquillos saltaban literalmente para no perderse ningún detalle de los escenarios y gritaban "Éste es mi preferido... ¡No! ¡Este!... Mejor éste...".
La verdad es que dio para mucho y estuvimos dentro del castillo mucho más de lo que teníamos calculado, ya que luego queríamos acercarnos a ver unos fuegos artificiales que hacían en un pueblo cercano por expresa petición del más pequeño de la familia, que se empeñó en que quería ver unos fuegos artificiales ese verano fuera como fuera. El plan era cenar antes, pero se nos hacía tarde, así que fuimos directos al pueblo en fiestas.
El castillo estuvo chulísimo e impresionó a mis churumbeles que gritaban con cada estallido de color. De allí, ya por fin, buscamos un sitio para cenar. Como se nos había hecho muy tarde nos metimos en el primero que encontramos (y que vimos con buena pinta).
Daniel, muy resuelto, le pidió al camarero que le dijera que platos tenía para niños. Al camarero le hizo mucha gracia y le enumeró pasta, hamburguesa o huevos fritos con patatas. "¿Y nada más?", exclamó el peque desilusionado. "Bueno, también tenemos platos de adultos como los arroces..." comenzó el simpático señor... "Siiiiiiiii. ¡Arroz! Arroz. Quiero arroz. ¿Cuales hay?". A estas alturas flipábamos todos en colores con el desparpajo del peque, que eligió, sin pensárselo dos veces el arroz negre. Al padre le había hecho tilín otra clase de arroz, pero como teníamos que ser mínimo dos personas para que nos los prepararan e Iván se había decantado por los huevos fritos, acabó cediendo con la elección de su primogénito.
Ya te digo ,estos niños tuyos han sido en otra vida ,piratas o Guerreros ,jaja, porque llevan un curriculum al respecto amplísimo. ¡Como les gusta y disfrutan! . Al final ,también son conocimientos , me encantan estas exposiciones temáticas tan completas.
ResponderEliminarYo también lo creo jajaja Y que son guerreros en esta vida también ;)
EliminarMe encanta ver sus caritas de sorpresa y como gritan: "Mira mamiiiiiiii"
No apto para no frikis como nosotros. Nunca pude terminar de ver esas pelis jajaja
ResponderEliminarBesos
Los no frikis seguro que las disfrutan, pero si pillar los detalles jajaja
EliminarDe todas maneras, aunque no vayas a la exposición, ya sólo el castillo me parece chulísimo :D
Qué chulada!!! No os perdéis una, ¿eh? Besotes!!!
ResponderEliminarEsto fue cosa de mi marido el friki ;)
EliminarYo me quedé con ganas de ir, pero al ponerse Rodri malito...Nosotros somos MUY frikis. COnfesos. Así que me encantan este tipo de exposiciones, qué quieres que te diga. Tus hijos hacen todo lo que yo haría con sus edades (bueno, casi). Aquí es que con tres edades distintas y una chica por medio nos cuesta más imbuirlos en este mundillo. Genial !!
ResponderEliminarEstos niños tienen triple ración de frikismo con el padre que les ha tocado y triple de actividades con su mamá. ¡¡¡Van a acabar hasta las narices de nosotros!! Jajaja
EliminarEntiendo lo que dices con las edades y los gustos. Estos se llevan sólo dos años y ya se nota. Y hay cosas que le gustan a uno y al otro no, así que a veces toca dividirse con los niños :D