viernes, 16 de diciembre de 2011

El regalo de la abuela Matilde


La abuela Matilde se ha vuelto muy práctica con los años. Viaja con una maletita muy chiquitita para no tener que facturar. Por eso llegó a mi casa con un fajo de billetes como regalo, que ocupan poco y dan alegría. Nada más entrar por la puerta me alargó el sobre y prometió a su nieto Daniel que, además de los billetitos, caería en sus manos algún juguete por parte de la abuela.

Cómo es lógico me consultó a mí. ¿Que le gusta a tu hijo? TODO, contesté yo, los coches y camiones, los puzles, las cocinitas, los bebés, los muñecos, los carritos, las construcciones... La pregunta es ¿Qué no le gusta a este niño? Hasta la ropita le emociona. Su abuela Chari le regaló un gorrito con pompón hace poco y el pequeñajo no hace más que pedirme que se lo ponga "Popooooooon, popoooooon". Esta mal que lo diga yo, pero es que da gusto regalarle lo que sea porque es muy agradecido.

El caso es que no me decidía por ninguna cosa y mi madre comenzaba a impacientarse. A Iván le dije que ni se le ocurriera comprarle nada. Ya lo hará más adelante, pero no quiero acumular más trastos y el bebé no se iba a enterar de nada.

Un día pasé por casa de una amiga diez minutos para que me diera una cosa para Iván. Daniel se metió disparado a la habitación del niño de mi amiga, que es de su misma edad. Cogió un tren de miles de colores y se puso a jugar. Tuve que arrancarle el juguete de las manos y sacarlo de allí a rastras. No nos podíamos quedar porque mi amiga tenía que irse. "¡Ten, teeeen!" gritaba como un descosido. Ya harta de oirle le dije "Si quieres un tren pídeselo a la abuela". "Buela ten, buela ten" fue repitiendo todo el camino de vuelta a casa. En cuanto llegó corrió hacia mi progenitora al grito de "Ten, teeeeeeeen". "¿Quieres un tren? Pues la abuela te va a comprar un tren" Le aseguró mi madre muy feliz. Dicho y hecho, al día siguiente mi hijo tenía su tren multicolor, que recibió con una emoción intensa. Se pasó toda la tarde jugando con él y esta mañana lo primero que pidió después de beberse su bibe fue el "teeeeen".

5 comentarios:

  1. jejejeje.
    q cara de locuelo con su tren !!! q maravilla q sea tan agradecido. :D

    besotes

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  2. Que guay!!! Lo que lo va a disfrutar!!! me alegro muchisimo por el peque y por cierto esa forma de regalar de la abuela me parece la más acertada!! Un besito

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  3. Claro que si!! da gusto con niños así la abuela estará encantada.

    Besitos

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  4. ese momento expectante para abrir el regalo de la abuela... chas, chas!! y voilà: un teeeen!! me parece genial que sea tan agradecido, porque el disfruta y los demás disfrutamos de verlo a él :D

    besos

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  5. Es la mágia de los niños.... Son felices con tan poco.... cualquier cosilla les hace una ilusión tremenda. Es admirable. Los adultos deberiamos aprender de ellos y no ser tan egoistas y materialistas

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