lunes, 10 de marzo de 2014

Salto a Elda y fiestas medievales de Villena

A través de un tuit de Con los niños en la mochila me enteré que el fin de semana pasado se celebraban las fiestas medievales de Villena. Al principio no presté mucha atención, pero al rato caí que ese pueblo está muy cerca de Elda, donde vive mi abuela.

Qué mejor excusa para convencer a mi maridín de conducir cuatro horas o más con Iván haciendo de las suyas para ver a mi abuela que un mercado medieval con castillo incluído.

Raúl comprobó que no necesitaba internet para trabajar ese fin de semana y que con llevarse la tablet le valía, así que dio el visto bueno para la escapada.

Le dimos la sorpresa a mi abuela que estuvo encantada de recibirnos esa misma tarde. Llegamos a la hora de cenar y, tras acostar a los niños lo antes posibles, pasamos una agradable velada con las historias de épocas pasadas que nos regaló la madre de mi madre.

Al día siguiente, los peques madrugaron muchísimo. Nos preparamos sin prisa y nos fuimos rumbo a Villena. Lo primero que hicimos fue visitar el castillo, que justo ese día era gratis. El más pequeño de la familia gritaba emocionado "catilloooo, catilloooo" mientras subía la cuesta a todo trote.

La construcción estaba impecable: limpia y muy cuidada. Nos encantó pasear por las almenas y visitar sus habitaciones. Los niños se llevaron una gran sorpresa al encontrar una especie de laberinto de hierro para recorrer. Iván iba gruñéndole a todo el que se encontraba porque, de repente, se había convertido en un dragón bebé. Daniel era un temible caballero con armadura de pinchos. En más de una ocasión se lamentó por no haber ido disfrazado.

En algunos tramos había que mantener bien sujetos a los peques porque el peligro de caída era enorme. Mi corazón casi se detuvo en un par de ocasiones del susto.

Cuando terminamos la visita, nos fuimos a la plaza del castillo para ver la boda medieval de la que hablaba el programa. Nos sentamos en un buen sitio y sacamos el tentempié de la mochila. Cómo hacía un día estupendo y de mucho calor, Raúl se animó a traernos unas cervecitas bien frescas. Y en esas andábamos cuando comenzó la ceremonia. Cual no fue nuestra sorpresa cuando nos dimos cuenta de que era una boda ¡de verdad! Los novios y los invitados iban vestidos de damas y caballeros, hicieron paseíllo con antorchas y no faltó un águila para dar más color a la escena, pero los votos eran los de bodorrio de toda la vida. Nos quedamos de piedra. La pareja había hecho una pasacalles con banda de música medieval y todo. Casi se podía decir que las actuaciones del festejo giraban alrededor de tan singular boda.

Cuando nos cansamos seguimos camino para visitar el mercado. A Daniel le compramos una tanque de madera que andaba al tirar de un cuerdecita, y a Iván un pinocho que se retorcía al presionar un botón. Éste último se nos perdió en la multitud en un despiste. ¡Qué rabia nos dio!

Por las calles encontramos muchísima animación: músicos, bailarinas, equilibristas, aves rapaces...

Los chiquillos se lo pasaron bomba en una atracción de barco pirata de madera que funcionaba a fuerza de músculo del encargado, un señor muy agradable que les daba mucho juego haciéndoles cosquillas e imitando la risa malvada. Al entrar en el barco les daban unos arcabuces de juguete y unos gorros piratas para ponerles aun más en situación. ¡La pena que les daba a los chiquillos cuando tocaba devolverlos! Lo cierto es que fueron los cuatro euros (dos por niño) mejor invertidos de toda la jornada.

Poco después se montaron en un tiovivo de dragones y barcas voladoras que nos pareció un timo. Si el encargado estuvo dos minutos dándole a la manivela ya fue mucho. Lamentamos no haber invertido ese dinero de nuevo en el barco pirata.

Agotados, volvimos a Elda, donde fue imposible hacer que Iván durmiera las siesta. Todo por haberse quedado frito en el coche menos de media hora. A media tarde no había quien le aguantara, pero mi abuela seguía diciendo que era un angelito y un niño buenísimo.

Ella estaba encantada de tener a los dos terremotos danzando por la casa. Cuando por fin los metimos en la cama parecía que había pasado un tornado por su salón.

El día siguiente los llevamos a un parque cercano que les encanta. Allí estuvieron un buen rato de columpio en columpio y jugando con los gusanitos banco hasta que les sacamos a rastras para recoger las paellas que habíamos encargado, comerlas en familia con mi abuela y mi tía y salir pitando a Madrid para no llegar muy tarde.

Tan bien lo pasamos que, nada más salir del portal de la casa de la bisabuela, mi niño mayor ya me estaba preguntando que cuando volvíamos.


31 comentarios:

  1. Jo Dacil! El mundo es un pañuelo!! Yo trabajo en Villena! Y mi marido es de Petrel (pegado a Elda)..quien sabe si en la proxima visita nos encontramos!! ;-)

    Me alegro de que los peques lo pasaran tan bien

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    1. ¿¡En serio!? Yo nací en Elda :D

      Y todos los veranos nos íbamos al campo de mis abuelos tres meses. Ahora ese campo es una urbanización, pero quedan los recuerdos, que son muchos y muy felices.

      A lo mejor hasta nos cruzamos en Villena sin saberlo. La próxima vez tenemos que desvirtualizar ;)

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  2. Nosotros fuimos de visita cuando los niños eran pequeños un verano, les encantó lo pasaron superbien y lo disfrutaron, así que me imagino cómo lo pasasteis.
    Besines

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    1. Es que para niños pequeños ese castillo es un lujazo. Creo que les traslada al medievo de su imaginación y se lo pasan pipa recorriéndolo. Que recuerdos! Los mismos que atesoraré yo dentro de poco :D

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  3. No sabes cuanto me alegro de que hayáis pasado un finde familiar tan especial. Nosotros el mercado medieval de Villena aun no lo conocemos pero el castillo sí. A nuestros peques también les encantó cuando lo visitamos.

    Ah, y muchísimas gracias por la mención. ¡Vaya sorpresa que me he llevado! :)

    Un beso

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    1. Pues te lo tenemos que agradecer a ti. Sin tu tuit no nos habríamos enterado del mercado medieval de Villena y nos lo habríamos perdido. Haces una labor increíble difundiendo el ocio para niños :D

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  4. Si es que yo también habría preguntado cuándo se vuelve. Me encantan esas cosas. Un besote!!!

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    1. Pues ya sabes. El próximo año nos vemos allí, pero no te lleves a Forlan. Hay demasiado perritos de juerga entre los caballeros ;)

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  5. ¡Que bonito Villena y el mercado! Y que lujo poder disfrutar de la bisabuela y ella de los biznietos. Un beso y buen comienzo de semana

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    1. La bisabuela los disfrutó muchísimo, porque, es verdad que son unos alborotadores, pero también tiene la risa fácil y eso se nota. El plan de Villena estuvo mejor de lo que nos habíamos imaginado. Lo de la boda medieval fue un puntazo. ¡Buen comienzo de semana! Besos!

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  6. Como villenero, un lujazo ver tu post, te lo agradecemos de corazón!

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    1. El mérito es todo vuestro :D

      Tenéis un Castillo muy bien cuidado y el mercado medieval es un plan fantástico para familias... Y para todos los públicos!

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  7. Gracias por venir a villena. Os informo que este año como novedad hemos tenido parking gratuito de carritos de bebe en la merceria de maria (justo en la calle mayor) y espacio luna roja ofrecia alquiler de portabebes ergonomicos para disfrutar la feria. Ha sido todo un lujo.

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    1. Muchas gracias por pensar en los sufridos padres. Nosotros no nos llevamos el carrito porque no nos habíamos enterado de vuestra iniciativa y nos parecía un incordio pasearlo por las calles atestadas de gente. En alguna ocasión lo echamos de menos. Sobre todo cuando hubo que cargar al peque hasta el coche a la vuelta. Ya lo sabemos para el próximo año. Desde luego,es todo un lujo!

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  8. Halaaaa que divertido. Y la visa estaría que se le cae la baba. Vamos si es que me dan ganas de ir a mi.
    Besos

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    1. No imaginas!! Los peques desarmando su casa y ella tan feliz. ¡Que lo dejara decía! El mercado era chulísimo!! ¿Y por qué no vas a ir? Con lo viajera que eres tú!! :D

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  9. Me ha emocionado tu post , gracias desde Villena y os esperamos de nuevo! :) :)

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    1. Gracias!! Qué alegría que te haya gustado. Aunque, al darme una vuelta por tu web, me he dado cuenta de que nos perdimos muchísimas cosas. ¡Hay que volver! :D

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  10. Qué planón!! Se lo están pasando pipón en el barco pirata!! Apetece subirse con sólo verlos!!
    La próxima escapada a Alicante, me regalas un ratito!!

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    1. Ni te imaginas!! Estaban emocionados jajaja

      Claro que me encantará volver a verte!! De este verano no pasa, que seguro que nos damos una salto por allá :D

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  11. Que pasada, yo estuve una vez en un pueblo medieval, por la zona de Huesca, Ainsa y me encantó, si ya le sumas que ese finde hubiera mercado medieval tuvo que ser la monda. Por cierto me encantan tus peques con esos gorritos de piratas, jajajj están muy guapos. Ahhh nos vemos el dia 23 en regalacuento no??? que bien, que ganas.

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    1. Es que son chulísimos. Nosotros ya nos hemos dejado caer por nos cuantos jajaja

      Claro que nos vemos el 23!! Y no ponemos al día :D

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  12. Me encantan los viajes de fin de semana y por lo que se ve lo habéis pasado genial en el castillo.

    Un abrazo!

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    1. Síiii... Y encima el tiempo acompañó. Los castillos con una puesta segura con los pequeñines :D

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    1. Sí, nos encantó. Visitar una castillo en plena fiesta medieval le da un toque genial jajaja

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  14. ¿Qué tendrán los castillos que atraen tanto a grandes como a pequeños? Por lo que cuentas ha valido la pena el palizón de cuatro horas en coche, porque los resultados saltan a la vista. ¡Un éxitazo tremendo!
    Y comosigas promocionando sitios tan encantadores como este, pronto te veo de guía turística.

    Saludos

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    1. Sí que valió la pena!! Tanto por el mercado medieval como por la sorpresa tan bonita que se llevó mi abuela.

      De pequeña tuve mi época de querer ser guía turística. Supongo que porque me crié en Canarias y allí el turismo es el pilar principal de la economía. Pero luego elegí una profesión con muy poco futuro: ¡periodismo!

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  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  16. aaaaaaaaaaaaah y yo que la tengo al lado!!!!! y no me había enterado!!!!!!!!! como puede ser??!!

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    1. Jajaja No conocemos lo que tenemos ¿eh?

      Seguro que en Madrid hay algo increíble y yo dándome saltos a Villena jajaja

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