sábado, 19 de septiembre de 2015

Un xilófono de agua y colores

Tras el concierto de Silverius de Ura en Covarrubias, Daniel no pierde la oportunidad de hacer música con todo lo que pilla. Un día decidí preparar una actividad musical para alimentar esa nueva faceta suya. Con seis vasos de cristal grandes, siete pequeños, palillos chinos, agua y colorante alimentario construí dos xilófonos caseros muy vistosos.

En cuanto los chiquillos lo vieron corrieron a jugar con ellos y a hacerme un improvisado y cacofónico concierto. Cada uno tocaba el suyo sin orden ni concierto, pero con sendas sonrisas en la cara. Así estuvieron un rato hasta que Iván se cansó y fue en busca de aventuras a la habitación de los juguetes. fue el momento que aprovechó su hermano mayor para hacerse con todos los vasos musicales y construirse un gran xilófono para él solo.

Me dijo que le dejara sólo para practicar y un rato después me llamaba para hacerme otro concierto. Los vasos estuvieron llenos y dispuestos para él todo el día. Y a la noche usamos el agua de colores para hacer mezclas y continuar con la diversión.

Por cierto, Neonymus vuelve a actuar en directo el 10 de octubre, esta vez en la ermita de San Olav.

6 comentarios:

  1. Qué chulada!!! A mí de pequeña también me encantaba hacer ruido. Digo, música... Besotes!!!

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  2. ¡Qué vistoso! He visto vídeos de xilófonos como esos y son tan, tan relajantes.... aunque creo que me quedaría con el truquito final de mezclar el agua de colores.

    ¡Un muackiles!

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    1. Bueeeeeno, en manos de estos dos no era música relajante lo que salí de ahí precisamente jajaja

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  3. Que chulo, esto lo incluyo yo en mis clases de estimulación sensorial!!! me encanta!!!

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    1. Pues les va a gustar muchísimo, pero... Cuidado con los derrames o te redecoran Attempra jajaja

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